¿Cientos de personas en una plaza comiendo caracoles? Seguro que la imagen resulta chocante en muchos lugares pero no en Córdoba, donde la costumbre de degustar los caracoles guisados es una tradición que no pierde adeptos. Tras la suspensión de la Caracolada del 2017 por «desencuentros» entre la Asociación de Comerciantes Caracoleros Cordobeses y el Ayuntamiento de la capital (organizadores del evento), ayer se vivió una edición más de esta fiesta, la octava ya, en la que se ofrecieron 1.000 kilos de caracoles en una degustación gratuita en Las Setas de Noreña.

No hubo premios en esta ocasión; comerciantes y Ayuntamiento han decidido eliminar el concurso que a veces provocaba roces innecesarios en la organización. Pero algunos de los asistentes, como Lourdes, afirmaban que «todos están muy buenos; yo he venido todos los años, me encantan los caracoles, y creo que se parecen mucho los de todos los puestos».

Para María esta ha sido su primera Caracolada, pero no por falta de ganas: «Me gustan mucho los caracoles y sabía que existía esta degustación, pero ningún año he podido venir y esta vez sí que nos hemos decidido». Los caracoles preferidos de María y su familia son «a la carbonara», pero ayer solo pudieron comer los clásicos caracoles chicos en caldo, que son los que se ofrecen en la fiesta.

Javi sí que participa todos los años, aunque en esta edición «se están acabando muy pronto; los puestos donde están más buenos se acaban enseguida, en menos de una hora». A este cordobés los caracoles que más le gustan «son los de La Magdalena y los de Fátima, están muy ricos», y en cuanto a variades, «las cabrillas en salsa son lo mejor».

Mari, del puesto de Caracoles Carlos III, representa a una de las familias con más tradición en guisar caracoles: «Nosotros somos los más antiguos, empezamos en Las Margaritas hace 52 años, entonces era mi madre, y después seguimos en Carlos III». Mari comentaba ayer que «los asistentes comen más que beben» (los caracoles son gratis, la bebida no) y ha notado una ligera disminución de público con respecto a otras ediciones, «quizá porque no ha habido escenario ni actuaciones como otros años», señaló.