La escuela de verano del centro social Rey Heredia abrió ayer de nuevo sus puertas. En esta cuarta edición cuentan con la asistencia de 80 niños con edades comprendidas entre los 4 y los 15 años. La rutina comienza a las 9 de la mañana y finaliza a la 13.30 de la tarde; a primera hora tienen lugar las clases de apoyo, después se lleva a cabo un desayuno y tras este cuentan con tres horas de talleres. Los viernes cambian todas estas actividades por salidas: Ciudad de los niños y niñas, Jardín Botánico, piscina...

Rey Heredia es un lugar autogestionado, es decir se sustenta a través de donaciones y colaboraciones, y durante todo el mes de julio cuentan con la colaboración de familias y voluntarios que ayudan a desarrollar las diferentes labores que se llevan a cabo. La asistencia es gratuita, aunque desde el centro piden colaboración, ya sea aportando alimentos para el desayuno o prestando ayuda en el desarrollo de las actividades.

Cuentan con especialistas en la cocina, expertas en el tema de manipulación de alimentos, que sirven el desayuno cada día. En esta edición los responsables de la escuela de verano están tratanto de inculcar a los más pequeños un estilo de vida saludable. Siguiendo este requisito se ha programado un tablón en el que aparecen los alimentos que tocan en cada jornada, tratando de combinar comida con propiedades adecuadas para el crecimiento de los niños y adolescentes.

Se organizan en diferentes grupos divididos por edades: de 4 a 6, de 7 a 10 y de 11 a 15. En cada grupo tratan de que no haya más de 20 niños, aunque este año se han visto obligados a aumentar la cantidad debido a la alta demanda que han experimentado. Los voluntarios han tenido una formación para poder enfocar determinados temas y actualmente realizan sus prácticas durante la escuela de verano.