La campaña de Cáritas Ponle cara. ¿Y tú qué dices? Di basta. Nadie sin hogar reunió ayer a unas 150 personas en el colegio Sagrada Familia en un acto en la que participaron alumnos de Zalima, Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, Galileo Galilei y Proyecto Don Bosco para realizar representaciones relacionadas con esta temática. Además, una persona de la casa de acogida Madre del Redentor hizo una lectura para exponer la realidad de los sin hogar y, para finalizar, se leyó un manifiesto en el que se reivindicaron propuestas para cambiar la realidad de estas personas.

Así lo expusieron José Luis Rodríguez, gerente del programa de personas sin hogar de Cáritas diocesana de Córdoba, y María Calleja, la responsable de acción social de esta iniciativa, que pusieron de relieve la posibilidad de cambiar la situación «si todos trabajamos juntos».

En este sentido, Rodríguez hizo hincapié en que «muchos ciudadanos esta noche dormirán mojados» y destacó la importancia de que las personas que viven en la calle perciban que se les respeta. Asimismo, subrayó la necesidad de realizar una labor preventiva, porque «la calle tiene muy difícil salida si se cronifica», explicó.

Tres participantes en esta actividad fueron las alumnas de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús Natividad Penco, María García e Isabel Cano, que destacaron que este trabajo les ha cambiado «muchísimo» la visión sobre el problema.

La religiosa María Vicenta Sánchez-Camacho, que trabaja en Madre del Redentor, comentó que «estas personas necesitan que se les acoja, darles cariño». Uno de sus usuarios, Rafael Borjas, tiene casi 60 años de edad y explicó que no puede trabajar porque está enfermo, sus ingresos no le permiten alquilar una vivienda y la familia no puede ayudarle. A su juicio, «debería haber muchos más centros de este tipo, porque hay muchísima gente en la calle».