El consejo de distrito Centro respalda el veto de las comunidades de vecinos a las viviendas con fines turísticos, aunque considera que el Gobierno debería poner otros límites para frenarlas. A su presidenta, Juana Pérez Girón, le parece bien que se limite la existencia de pisos turísticos en bloques de vecinos, aunque advierte de que en el conjunto histórico abundan más las viviendas. Su idea es que hay que favorecer la compra de viviendas a precios asequibles, pero para fines residenciales, para atraer habitantes al casco, y que deben disminuir los condicionantes a la hora de construir. «La gente no se viene por lo que cuesta construir», asegura, por lo que hay que dar facilidades para ello. Además de la innovación del Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico que tramita Urbanismo para poner freno al cambio de uso residencial al turístico, reclama que se pongan límites a las licencias concedidas a bares y restaurantes.

Las asociaciones La Axerquía y La Medina ya se han quejado más de una vez de las molestias causadas por el turismo, e, incluso, existe un foro ciudadano para buscar fórmulas que permitan mejorar la convivencia vecinal y turística en el casco histórico. Las asociaciones de La Axerquía y Regina-Magdalena y la federación Al-Zahara participan en la coordinadora de asociaciones de vecinos de barrios turísticos, un colectivo que aglutina a 38 agrupaciones de toda España y que exige al Gobierno la regulación de las viviendas.

Hace unos días, el presidente del Consejo del Movimiento Ciudadano, Juan Andrés de Gracia, exigía una moratoria para frenar la proliferación de pisos turísticos en vez de «parcheos legislativos», en alusión a cambios en las leyes de propiedad horizontal y de arrendamientos urbanos. I.L.