Las restricciones impuestas por la Junta de Andalucía han llevado a los negocios de hostelería a tener que reinventarse para poder continuar con su actividad y sobrevivir a la crisis provocada por la pandemia de covid-19. Entre otras cuestiones, muchos de estos locales están apostando por el servicio de comida a domicilio para compensar las pérdidas. Si aún no se ha lanzado y le surgen dudas de cómo hacerlo o qué opciones puede barajar, Antonio Rojas, propietario de Onakasita --local de sushi y pizzas, especializado en servicio a domicilio-- ha decidido compartir su larga experiencia para solidarizarse con otros que puedan necesitar ayuda en un momento como este.

Venta a domicilio

La primera duda que puede surgir en torno a la venta a domicilio es cómo puede comunicar a sus clientes que va a ofrecer este nuevo servicio y, quizás lo más importante, cómo puede conseguir nuevos clientes. Aunque esta es una cuestión compleja, Rojas la ha reducido a dos opciones: buzoneo y publicidad pagada en medios sociales.

Para el propietario, el buzoneo sería la manera «tradicional» pero, a su vez, una forma poco efectista y ecológica de captar clientes. Una alternativa a esta práctica es la inversión en publicidad pagada en buscadores y medios sociales que puede ayudarle a acceder a sus clientes por zona, sexo, edad, gustos, entre otras cuestiones. Para introducirse en este mundo de las redes, si no tiene experiencia, puede optar por contratar la ayuda de una agencia de comunicación o/y marketing que le apoye en el desarrollo de una estrategia sólida. Si cree que no es el momento, puede, como Rojas, ir probando hasta ver qué funciona para su negocio.

Las grandes plataformas 'on line'

Otra de las grandes preguntas que puede que se esté haciendo es si debería contratar alguna de las grandes plataformas como Glovo, Deliveroo, UberEats o JustEat para hacer el reparto por usted y así evitar quebraderos de cabeza. Antes de tomar una decisión, Rojas invita a hacer una reflexión sobre los pros y los contras que estas tienen que ofrecer a un negocio como el suyo.

En positivo, el dueño de Onakasita explica que las plataformas son grandes difusoras y, por tanto, pueden ayudarle a captar nuevos clientes que, más tarde, podrá fidelizar. Además, estas le permitirían medir la calidad del producto y el servicio y, por tanto, orientarle en cuanto a futuras decisiones sobre ambos.

Por otro lado, también Rojas ha querido señalar los inconvenientes, entre los que destacan la alta comisión que cobran por el servicio y la pérdida de independencia. En cuanto a la comisión del servicio, dependerá de lo que usted negocie con cada plataforma, pero, de media, cobrarían en torno al 30% de comisión, algo que, según Rojas, «puede llegar a ser inasumible por algunas empresas». Y, en cuanto a la pérdida de independencia, el propietario ha recordado que Glovo, Deliveroo, JustEat o Uber son grandes corporaciones que «buscan imponer su criterio, con poca comunicación con los pequeños negocios y una imposición de cambios constante y sin demasiada agilidad».

'On line' y venta directa

Así, Antonio Rojas considera que la mejor opción es optar por un «modelo híbrido», que le permita acceder a clientes a través de las grandes plataformas pero con vista a que estos terminen pidiendo a su negocio sin estas como intermediarias. Para ello, es importante tener, además de un teléfono, una web o aplicación de pedidos propios. «Llamar directamente por teléfono a tu restaurante favorito es la mejor forma de ayudar, en este momento, a los negocios locales».

Los clientes cada vez están más comprometidos con la naturaleza y apuestan por los negocios con conciencia social y medioambiental, afirma Rojas. Por ello, considera, antes de implantar el delivery como un método de venta tiene que plantearse cómo quiere hacerlo y qué consecuencias puede tener ello a largo plazo en el medio que lo rodea. En su caso, han apostado por la responsabilidad ecológica y por la economía circular en todo lo que envuelve al sistema de reparto. Actualmente reparten en moto, pero también en bicicleta eléctrica y patinete eléctrico para «intentar reducir la huella de carbono».

Insiste en que cuando se descarta un material para su uso, como ahora es común que pase con el plástico, se suele caer en el uso excesivo de otro --por ejemplo, el papel--, teniendo esta decisión también un impacto negativo en la naturaleza.

Por ello, cree que algunas de las soluciones de los negocios hosteleros pasan por el control de los plásticos y la apuesta por el papel reciclado en todos los embalajes.