Las Unidades de Cirugía Pediátrica y Anestesia Infantil del hospital Reina Sofía incorporan nuevas técnicas en el manejo del dolor del paciente pediátrico. Los profesionales de estas unidades vienen realizando desde hace años técnicas de anestesia locorregional que, desde el 2013, han comenzado a combinar bajo control ecográfico intraoperatorio. Esta incorporación se ha realizado de forma progresiva y actualmente el 50% de los pacientes que son intervenidos en la Unidad de Cirugía Pediátrica se benefician de estas técnicas.

Esta novedad (utilización de la ecografía intraoperatoria) ha sido posible gracias a la formación y adquisición de un aparato de ultrasonografía por el grupo de anestesia infantil, que permite una mayor precisión en el desarrollo de las técnicas, ya que posibilita la visualización directa de estructuras nerviosas, tejidos, detección de posibles riesgos (por ejemplo, variantes anatómicas que presente el paciente) con el consiguiente incremento de la seguridad del paciente.

Según explica la directora de la Unidad de Gestión Clínica de Cirugía Pediátrica del Reina Sofía, Rosa María Paredes, «el objetivo fundamental del empleo de anestésicos locales en pediatría es la analgesia, tanto para procedimientos quirúrgicos como para control de dolor».

La incorporación de estas técnicas ecoguiadas en el manejo del dolor, aporta importantes ventajas para el paciente pediátrico como la disminución del estrés postquirúrgico y del dolor postoperatorio así como permitir determinar la dosis de anestésico local individualizada para cada paciente (ya que se conoce mejor la anatomía del paciente, los tejidos y estructuras nerviosas gracias a la ecografía), mejorar la calidad del bloqueo, menor necesidad de fármacos analgésicos intravenosos, ausencia de efectos adversos como nauseas y vómitos y, en general, una disminución de la morbilidad postoperatoria. Por el momento, estas técnicas de bloqueo periférico o centrales se emplean en las cirugías más prevalentes. Concretamente, se están aplicando en pacientes pediátricos con necesidad de cirugía abdominal (como alternativa a la epidural); pacientes de cirugía mayor ambulatoria (hernia umbilical o hernia inguinal, por ejemplo) y también en pacientes que presentan dolor severo postoperatorio (cirugía urológica, torácica, intestinal, oncológica o de malformaciones anorectales). En estos últimos casos, los anestesistas pediátricos, colocan bombas de analgesia epidural continua que facilitan el manejo del dolor durante los primeros días del postoperatorio.