La familia de María Ángeles Alonso ha presentado una reclamación patrimonial previa a la vía administrativa contra el Servicio Andaluz de Salud (SAS) debido al fallecimiento de esta cordobesa de 49 años que, según su marido y así consta en la reclamación, murió como consecuencia de los efectos negativos que le causó el dispositivo anticonceptivo Essure y a las complicaciones derivadas de su extirpación por vía quirúrgica.

Esperanza Palacio, responsable del departamento de negligencias médicas del gabinete reclamador.es, apuntó ayer que el fallecimiento de esta mujer es del único caso conocido hasta ahora de muerte en España derivado de la implantación de este anticonceptivo.

Palacio detalló que «consideramos que la responsabilidad ha sido del SAS, por ser la administración que suministró el dispositivo Essure, causando la necesidad de extirpación del mismo, y cuestionamos el método de extracción que se utilizó en este caso, el cual derivó en una serie de complicaciones que desembocaron en el fallecimiento de la paciente».

En la reclamación se solicita al SAS una indemnización por responsabilidad patrimonial para el marido y para los dos hijos de la paciente. El esposo de la fallecida, Pedro Criado, relató a Diario CÓRDOBA que a su mujer le implantaron en el hospital de Pozoblanco el Essure en el 2010 y fue en el 2016 cuando comenzó a sufrir problemas abdominales e intenso dolor y tomó la decisión de quitárselo, al conocer que más mujeres estaban teniendo problemas con este anticonceptivo.

La operación para retirarse el Essure (una histerectomía) se produce en febrero de este año en el hospital de Pozoblanco. Criado expuso que, en principio los ginecólogos dijeron que la operación había ido bien, pero que había habido alguna complicación.

Según el testimonio del reclamante, días después, María Ángeles sufría unos dolores insoportables en la barriga y en los riñones. La tuvieron que operar de urgencia porque una radiografía mostró que tenía perforado el colon y que le tenían que hacer una coloctomía (extiparción de parte del intestino).

«A partir de ahí, mi mujer fue operada varias veces de urgencia, pero, viendo que no se encontraba mejor, pedimos el traslado al Reina Sofía. En el Reina Sofía parecía estar mejor, pero tras una nueva intervención tuvo que ingresar en la UCI porque presentaba una grave infección en la sangre por la peritonitis que había sufrido en Pozoblanco y me comunican que no saben si podrá superar esta crisis. Yo entraba en la UCI todos los días, así durante más de un mes, con la esperanza de que mi mujer pudiera mejorar, pero una nueva infección la debilitó aún más y el 3 de mayo su cuerpo no pudo más y falleció», manifestó Pedro.

La Delegación de Salud declinó ayer hacer valoración alguna sobre este asunto al tratarse de un tema que se encuentra judicializado.