Desde el año 2013 está al frente del Parque Joyero de Córdoba. En julio se celebrarán de nuevo elecciones y Rafael Ruiz tiene pensado concurrir de nuevo junto al equipo que le ha acompañado. En ese mes de junio se cumple el decimoquinto aniversario de la inauguración del Parque Joyero, una complejo industrial cuyas empresas se han visto afectadas por la parálisis de la economía provocada por el covid-19. En esta entrevista, analiza la situación del Parque Joyero y de esta industria cordobesa.

-¿En qué situación se encuentra la joyería cordobesa tras la crisis provocada por el covid-19?

-Cuando el sector de la joyería ya parecía que recuperábamos el ritmo anterior a la crisis del 2008, llegó el covid-19. Dos crisis demasiado cercanas en el tiempo. La situación actual es que, debido al cierre de fronteras internacionales y a nivel comunitario, se ha producido una paralización del sector importante. Al no poder celebrarse ferias y las redes comerciales no poder hacer su trabajo han hecho que la actividad se haya visto reducida prácticamente a cero. Actualmente, casi todas las empresas estamos con expedientes de regulación temporal de empleo y debería ser así hasta que se restablezca el comercio internacional.

-¿Cómo ha influido el alto precio del oro y la caída de las ventas?

-La subida de la materia prima ha provocado un incremento en el precio del producto final. Ha habido una subida muy elevada en tan solo seis meses. Efectivamente han descendido las ventas, pero, por otra parte, con esta subida se demuestra una vez más que invertir en joyería es una inversión segura y siempre ascendente. Siempre se recupera el valor del oro y el incremento del precio del mismo.

-¿Hacia dónde va el sector joyero cordobés?

-La joyería tiende a una industrialización del sector, a un servicio postventa de calidad y a la búsqueda constante de nuevos mercados y clientes en cualquier parte del mundo. Sigue siendo cierto que lo que hace un joyero cordobés con un gramo de oro no lo hace nadie en el mundo. Son muchos siglos de tradición joyera que avalan el buen hacer de los joyeros cordobeses.

-¿Cómo valora la sentencia del ‘caso Fénix’ en la que había acusados casi un centenar de empresarios?

-Es una buena noticia por el número de afectados en este procedimiento. Es tiempo de pasar página y poder continuar sin la presión de un proceso judicial que ha hecho mucho daño en todos los sentidos.

-¿Está demonizado el sector joyero?

-Todos los gremios han tenido una evolución a lo largo de los años y entiendo que el proyecto del Parque Joyero fue precisamente un salto cualitativo y cuantitativo para el sector. Se pensó en eso precisamente y así se diseñó en amplitud de espacios y las medidas de seguridad que permitieran poder trabajar de otra forma. Ha sido un sector que ha dado mucho empleo a la ciudad y la provincia durante siglos y ha llevado el nombre de Córdoba a todas las ferias internacionales de joyería. Creemos que la joyería podría ser el séptimo patrimonio de la ciudad de Córdoba.

-En el año 2015 se hablaba de que en el Parque Joyero había más de 150 empresas instaladas y más de 800 empleados, ¿cuál es la situación en la actualidad?

-En los comienzos fuimos 82 empresas las que comenzamos en el proyecto; hoy ya son 240 y más de 1.200 empleados y 65.000 visitas anuales. Cierto es que, con la actual crisis, no sabemos qué pasará con todas las empresas que están actualmente dentro del parque. Por otra parte, si es cierto que el Parque Joyero, ya podemos decirlo tras 15 años de historia, es un proyecto consolidado y que es ascendente el número de empresas que se quieren instalar dentro del recinto por su seguridad y la disponibilidad de espacios. Actualmente, la ocupación es de un 70% en naves y del 50% en locales. Otros espacios empresariales en la ciudad desgraciadamente no han subido en número de empresas como Rabanales o el Parque Logístico.

-¿Qué necesita el sector joyero cordobés?

-Realmente somos un gremio particular y la unión hace la fuerza, tenemos siglos de historia a nuestras espaldas y posibilidad de llegar a ser competitivos por el buen hacer con nuestros competidores directos como pueden ser China, India o Turquía. El joyero cordobés lucha e invierte su dinero en no parar en la búsqueda de nuevos clientes, pero la ayuda de las instituciones es fundamental para la visibilidad del sector.

-¿Qué aportará el Centro de Exposiciones, Ferias y Convenciones de Córdoba?

-Será un motor económico importantísimo para la ciudad y la provincia de Córdoba. Para nosotros es una maravilla poder contar con él tan cerca. Hay tres sectores importantes en Córdoba, el agroalimentario, el sanitario y el joyero. Córdoba no puede permitirse no disponer de un espacio como el Centro de Exposiciones, Ferias y Convenciones de Córdoba para poder celebrar este tipo de eventos que generen empleo y riqueza a la provincia.

-¿Qué importancia tiene que la Escuela de Joyería sea un centro de referencia nacional?

-Realmente es una herramienta muy válida para el sector. En Córdoba se encuentra más del 60% de la fabricación nacional. Por tanto, tener la escuela es un valor añadido y que esté ubicado dentro del Parque Joyero es tener el centro rodeado de las empresas que demandan personas formadas y tienen contacto directo con los empresarios, viendo así las necesidades y demandas del sector. Definitivamente, el Consorcio Escuela de Joyería es el futuro de nuestro sector industrial; sin su ayuda podría llegar a desaparecer.

-¿Falta liderazgo de una gran empresa en Córdoba para que tire del sector?

-Debemos de tirar todos del carro, todos unidos podemos llegar a hacernos fuertes y crear una marca «Córdoba» potente que dé respaldo a la fabricación actual que se hace en Córdoba. Pero ya hay empresas exportadores cordobesas de reconocido prestigio a nivel internacional, algunas centenarias y otras de reciente creación, que lideran parte del comercio internacional. Cierto es, que hay marcas nacionales, que son punteras a nivel internacional, pero aún no hay ninguna empresa cordobesa líder como marca final para el consumidor.

-¿Qué necesita el sector para impulsar de nuevo las exportaciones?

-Salir al extranjero es una inversión cara y supone siempre un riesgo... Las administraciones públicas, hasta ahora, han ayudado en parte a llegar a esas feria internacionales donde poder enseñar nuestro producto. Cierto es que con toda esta situación se ha complicado bastante el tema e iremos viendo cómo se retoma la actividad. Las grandes citas internacionales se han pospuesto para el año 2021. Hasta ahora las mejores ayudas para la exportación eran de tipo promoción en ferias y misiones inversas, pero ahora, sobre todo, serían medidas de ayuda al empleo para realmente ser competitivos.

-¿Qué le parece lo ocurrido con la empresa Tous?

-Todas las empresas de joyería tenemos una normativa que cumplir referente a la calidad de nuestros productos. En este caso, la justicia le ha dado la razón a la empresa Tous. Todos los profesionales del sector la conocemos, así como la técnica de fabricación conocida como electroforming. Ha quedado claro que la empresa no ha incurrido en ningún tipo de ilegalidad ni, por supuesto, fraude.