La Sección Tercera de la Audiencia Provincial inició ayer la vista en la que cada una de las partes representadas en el caso de Rafael Gómez están argumentando los fundamentos de sus recursos. Ambas partes, Fiscalía y Abogado del Estado, frente a la defensa de Gómez y su familia, intentan convencer a los magistrados, presididos por Juan Luis Rascón, sobre los motivos que les han llevado a recurrir el auto.

Al término de cada uno de los debates de los puntos recurridos, el juez cede la palabra a los encausados para que añadan lo que consideren oportuno, remitiéndose éstos a lo que sus letrados exponen, aunque en un par de ocasiones Rafael Gómez intentó convencer al tribunal de su inocencia con frases como «no he hecho nada que no sea hacer el bien a los trabajadores y a la empresa» y que «nunca hemos querido hacer nada en contra de los impuestos». Su mujer completaba estos comentarios, entre sollozos, señalando que «el año 2006 nos arruinó la vida, con el caso Malaya. Nunca he sufrido tanto, nadie conoce ese sufrimiento y ese sacrificio».

Entre tanto, la defensa de Rafael Gómez intentaba demostrar ante el tribunal que una de la pruebas periciales carecía de rigor, al tratarse de un informe encargado a un experto para que diera su opinión sobre otros informes periciales redactados previamente. La defensa asegura que para considerarse prueba pericial este técnico debería haber hecho sus propias comprobaciones y solo se limitó dar por bueno el trabajo hecho por los anteriores peritos. Esta prueba, sin embargo, ha sido valorada de manera especial a la hora de tomar la decisión, se quejaba el abogado.

Por otro lado, se ha debatido, con motivo de la absolución de los hijos de Gómez, sobre su implicación o no en las decisiones económicas y fiscales de la compañía, defendiendo sus letrados que al ser desconocedores de las normas habían depositado su confianza en personas expertas que eran los que gestionaban la empresa. Sin embargo, desde la fiscalía y la acusación se considera que al ser miembros de los consejos de administración debían conocer tales decisiones y aprobarlas. Uno de los letrados de los hijos del empresario y exconcejal señaló que existe jurisprudencia que señala que si una persona ha sido absuelta en una causa no puede ser juzgada de nuevo por ello.

En la sesión se ha hecho por el fiscal una comparación de este caso con el del futbolista Messi, sin embargo los defensores indicaron que no es comparable porque en este caso no ha montado ninguna trama con la intención de defraudar, porque la familia Gómez ha venido haciendo sus declaraciones y no es una organización montada para delinquir, sino que ha depositado su confianza en un equipo de asesores y gestores.

Los recursos responden a la sentencia por la que se condena al empresario a cinco años y tres meses de cárcel y a pagar una multa de 113 millones de euros como autor de dos delitos contra la Hacienda Pública por el impago de casi 29 millones de euros. El juez absolvió además a los hijos y a la esposa de Rafael Gómez en cuanto a la responsabilidad civil que puedan tener en el caso. La vista continúa hoy.