José Ortiz no sabe de arrugas ni de brecha digital. A sus 92 años (a finales de mes, cumplirá los 93), tiene un cutis rosado y terso y es el claro ejemplo de que, por más alto que sea el obstáculo, si uno se propone esquivarlo con las ganas suficientes, acabará por saltarlo o, en el peor de los casos, rodearlo. Nacido en Córdoba en 1927, ha vivido en primera persona tal cantidad de cambios sociales a los que ha tenido que adaptarse, que la irrupción de las nuevas tecnologías no es más que otro desafío que, lejos de asustarle, le ha motivado a aprender.

José nació en el barrio de Santa Marina, pero ha vivido más de media vida en La Fuensanta, donde reside aún. Empezó a trabajar muy joven, siendo un niño, como platero por cuenta ajena. «Me jubilé a los 60 años, pero como me quedó tan poco sueldo y tenía que salir adelante, seguí trabajando hasta los 80», explica. Padre de tres hijos, ha compartido sesenta años de matrimonio con su mujer, que falleció hace cuatro. «El secreto para estar juntos tantos años es hacerse el tonto, no discutir», bromea. Disciplinado y entusiasta, acude a menudo al hogar del pensionista del Sector Sur donde da clases de gimnasia. «Cojo el autobús porque no me gusta andar y allí en el hogar me encuentro con mis amigos hasta la hora de comer», explica, «también me gusta mucho viajar, me he recorrido España con el Imserso». Hace tres años, se apuntó al curso de informática del centro y ya se ha hecho todo un experto en la materia. «Al principio me fue difícil porque yo no tenía ni idea de ordenadores, no me enteraba y preguntaba todo el rato al profesor, pero sus explicaciones se me quedan en la memoria y cada vez sé hacer más cosas». La conexión a internet le ha abierto a un mundo lleno de información, que en el confinamiento le ha servido para mantenerse informado y también como distracción. Hace tres meses, decidió registrarse en la plataforma cl@ve del Ayuntamiento y ahora es el usuario más longevo de Córdoba. «Nos hablaron de ello en clase y me pareció muy interesante porque te permite acceder a tus documentos oficiales desde casa, yo ya me he sacado la vida laboral, la quería tener de recuerdo», comenta, «además, con esa clave puedes sacarte mucha documentación desde tu ordenador, como el empadronamiento, la cotización de jubilado o papeles de la Seguridad Social, yo llevo aún poco tiempo, pero estoy intentando averiguar todo lo que pueda». La plataforma cl@ve es un sistema que pretende simplificar el acceso electrónico de los ciudadanos a los servicios públicos por el que el Ayuntamiento de Córdoba ha hecho una fuerte apuesta, instalando puntos para obtenerla por toda la ciudad.

A José, el acceso a este tipo de información le parece un avance importante, no así el comercio electrónico, al que se resiste. «Yo miro lo que hay en las tiendas por internet, pero no me fío a la hora de comprar, es cómodo, pero a mí no me gusta», sentencia. En plena era covid, José cumple todas las medidas de seguridad y está dispuesto a vacunarse, pero vive tranquilo. «A mí el virus no me da miedo, yo ya tengo la carta echada a San Pedro».