La Consejería de Agricultura se reunió el viernes con el sector citrícola andaluz y anunció que elaborará un plan global para tratar de aumentar la estabilidad de los mercados con la adopción de medidas que favorezcan la comercialización. Esta reunión se produce después de las advertencias que vienen haciendo las organizaciones agrarias, desde que se iniciara la campaña, ante las bajas cotizaciones de la fruta, lo que ha llevado también a los agricultores a ralentizar la recogida a la espera de que hubiera una subida de precios. Eso ha provocado que la naranja navelina se mantenga desde hace casi un mes sin cotización en la lonja de la Cámara de Comercio, que recoge su último precio el 22 de enero (0,08-0,10 euros por kilo). En el caso de la salustiana, el valor está en 0,15-0,17 euros, mientras que hace un año se situaba en 0,22-0,25 euros. En esta importante bajada, que ha dejado el precio por debajo de los costes de producción, que se establecen en 0,15 euros/kg, están teniendo una gran influencia las importaciones de naranja procedentes de Sudáfrica. Asaja Córdoba culpa de esta crisis a la aplicación del acuerdo comercial de la UE con el país africano, que entró en vigor en el 2016 y que posibilita que se importe naranja con unos bajos aranceles hasta el 30 de noviembre, coincidiendo también con la cosecha de países como Uruguay. A esto hay que unir la previsión de gran producción que se espera en Turquía, Egipto y Marruecos, lo que puede incidir también en el mercado en las variedades tardías. En la provincia de Córdoba hay 11.164 hectáreas de naranja dulce, después de que se haya producido un importante incremento en las dos últimas décadas (en 1998 había 2.546 hectáreas).

No está siguiendo tampoco una buena evolución el mercado del aceite de oliva, que acumula dos ejercicios de descenso en Córdoba. La semana pasada, el virgen extra cotizaba a 2,56 euros por kilogramo, un 28,5% menos que hace un año, cuando estaba a 3,58 euros.

Lo mismo sucede con el virgen, que en un año ha pasado de 3,46 a 2,32 euros (-32,9%), mientras que el lampante baja de 3,32 a 2,21 (-33,4%). Normalmente, en los meses de mayor producción de aceite de oliva suele registrarse un descenso de las cotizaciones, aunque en este ejercicio ha sido más significativo, alejándose en las distintas categorías de los 3 euros. El valor del virgen extra no estaba tan bajo desde julio del 2014, cuando se encontraba a 2,39 euros por kilogramo. Desde entonces se produjo una tendencia de subida de las cotizaciones hasta superar los 4,2 euros en agosto del 2015. A partir de esta cotización descendieron ligeramente los precios, aunque siempre estuvieron por encima de los tres euros. Sería a partir de mayo del 2018 cuando descendieron de los tres euros en el aceite virgen extra.

Desde el sector no se comprende esta importante reducción del aceite de oliva, sobre todo porque existe una cosecha muy inferior a la registrada en la campaña pasada en los países mediterráneos. En la actualidad, prosigue la molturación de aceituna. Con fecha de 31 de enero, las almazaras de la provincia habían declarado a la agencia AICA una producción de 256.011 toneladas de aceite en la provincia, con un rendimiento medio del 17,9.