Keyter, nacida en 2012 dentro del grupo Keyter-Intarcon-Genaq, tiene un producto enfocado a mejorar la calidad del aire que surgió cuando irrumpió la pandemia provocada por el coronavirus, Airsanit, que se aplica a equipos Utaph (unidad de tratamiento de aire, purificación e higienización), y que, según explica la empresa, «consigue ayudar a contener la pandemia al eliminar virus, bacterias, hongos, esporas y otros patógenos en suspensión en forma de aerosoles que se acumulan en recintos cerrados o con poca ventilación». Keyter asegura que «este sistema genera una reducción completa de la carga vírica a los cuatro minutos de iniciar su funcionamiento y es compatible con la presencia de personas en las zonas que se higienizan».

«Empezamos a desarrollar el producto en marzo y lo comercializamos entre agosto y septiembre y hemos vendido casi 300 unidades en España, Francia, Austria, Suiza, Holanda y Latinoamérica», explica el director de Desarrollo de Negocio en Keyter-Intarcon y de Estrategia en Keyter, Aurelio García, que indica que Airsanit es «una tecnología que podemos aplicar a equipos que solo utilizan esa tecnología o soluciones de climatización que ya existían, de forma que, a la vez que impulsas el aire a una temperatura y una humedad, también lo puedes estar limpiando de patógenos». Según asegura, Airsanit está destinado «a aplicaciones médicas, laboratorios y dependencias de hospitales».

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Aunque depende de la aplicación, García señala que los estudios realizados indican que utilizando el purificador de aire «se cumple el objetivo de ayudar a mitigar la pandemia conteniendo el número de contagios, hospitalizaciones y muertes entre un 70 y un 80%». «El uso de estos purificadores -asevera- es totalmente compatible con la presencia de personas, no generan ozono, ni residuos peligrosos y son capaces de limpiar patógenos en el aire, no solo de sars-cov-2, sino de otros, tanto bacterias como virus».

Aurelio García tiene claro que «la idea no es hacer un producto, sino controlar una pandemia». En este sentido, indica que «nuestro objetivo no es hacer una máquina, sino dar una solución a un problema social». Aunque reconoce que la pandemia les ha afectado, la plantilla se ha mantenido e incluso se ha incrementado. La crisis provocada por el coronavirus no ha impedido que la empresa registre un crecimiento similar al que ha tenido en años anteriores, que fue de en torno a un 30%.