El proyecto de urbanización del Cordel de Écija, que tiene previsto acometer el Grupo Lar con una inversión de 500 millones y que contempla la construcción de 2.000 viviendas, equipamientos, un puente y zona comercial, recibió ayer un importante espaldarazo del Ayuntamiento de Córdoba. Los seis grupos municipales aprobaron por unanimidad una moción para el impulso de este ambicioso proyecto urbanístico, que persigue la construcción de un nuevo barrio entre los puentes de Andalucía y de San Rafael.

Aunque el punto de partida fue una moción del PSOE que solo apoyaba Ciudadanos la semana pasada, el trabajo de fajadores que han hecho los artífices de la moción dio finalmente ayer sus frutos. El texto aprobado por consenso insta a la Gerencia Municipal de Urbanismo a impulsar la innovación del PGOU en el ámbito del Cordel de Écija y al equipo de gobierno a hacer un estudio previo a la redacción de dicha innovación para estimar «la necesidad o conveniencia» de la actuación urbanística, así como su sostenibilidad medioambiental y económica para las arcas públicas. La moción plantea, además, la participación del Movimiento Ciudadano, los empresarios y los comerciantes par «corregir el impacto que pudiera ocasionar el comercio previamente establecido en la zona de influencia».

Sin embargo, la aprobación por unanimidad de esta idea aún embrionaria no dejó aparcadas las críticas y sobre todo las advertencias de unos grupos a otros para que nadie tenga la tentación de hacer un uso electoralista de esta iniciativa. Los vecinos, por su parte, pidieron rigor en la ordenación urbanística, que no se haga al margen del resto del distrito, que respete la estrategia comercial del resto de la ciudad y que se adecúe al entorno del río.

El primero en hablar ayer de electoralismo fue el presidente de la Gerencia, Pedro García (IU), que trató de enfriar el entusiasmo mostrado sobre todo por sus socios de gobierno acerca del proyecto del Cordel de Écija. Para empezar, García dijo que está «cansado» de que se hable del proyecto a pesar de que es «algo que no existe» y de lo que no hay «nada» urbanísticamente hablando. Esa idea la repitió en varias ocasiones en sus declaraciones previas al pleno, en las que dijo que ahora, después de todo lo publicado, toca «volver a la casilla de salida», porque el proyecto es mucho más «complejo» del hecho de que haya un grupo inversor que tenga una parte del Cordel de Écija y quiera urbanizarlo. Además, el presidente de Urbanismo acusó, sin referirse a nadie en concreto, de que se quiera hacer «electoralismo» con este asunto, e incluso ironizó sobre que algunos hablen del proyecto como si fuera haber allí «un jardín botánico» o «una pista de Roland Garrós».

Emilio Aumente evitó entrar al trapo de esas insinuaciones, ya que dijo que en el próximo mandato los socialistas tendrán que volver a entenderse con IU para gobernar, «no voy a deteriorar a una fuerza amiga», dijo, para añadir: «Ya veremos quién hace electoralismo de aquí a mayo». Por otro lado, el teniente de alcalde de Presidencia ahondó en la bondad de impulsar «un proyecto de ciudad» de esas características, que puede significar «el impulso a una zona abandonada» por el urbanismo desde los 80, y aplaudió que, pese a las críticas, se hiciera con unanimidad.

David Dorado, de Cs, defendió la innovación como pieza «fundamental» para el desarrollo de la ciudad y para el empleo; mientras que el PP optó finalmente por apoyar la inversión, pese a las reticencias que, confesó ayer José María Bellido, les despierta la iniciativa por la cercanía del periodo electoral en el que se ha presentado. El portavoz del PP defendió su respaldo en pos de garantizar «la estabilidad política para los inversores y el cumplimiento de la legalidad urbanística». También recordó que aún queda «un camino larguísimo», y aprovechó para denunciar el atasco de la Gerencia al decir que este proyecto necesitará ahora agilidad, transparencia y profesionales capacitados para pilotar la innovación.

Especialmente críticos con las formas en que se ha pergeñado la idea fueron los concejales de Ganemos, para quienes es inconcebible que «se lleve hablando meses en Urbanismo» del Cordel de Écija y que no se les haya comunicado ni siquiera a los consejeros. También UCOR criticó «el ninguneo» y «las formas» de un proyecto que, pese a todo, recibió ayer el respaldo de los seis grupos.