Hay un estudio previo para intervenir en las fachadas y azoteas de este barrio con medio siglo de historia y con un parque de 2.160 viviendas. El informe elaborado por el arquitecto técnico Juan Requena subraya las deficiencias detectadas y propone mejorar la eficiencia energética, levantar las solerías de la cubierta plana transitable, impermeabilizar azoteas, instalar desagües, aislar las cámaras de aire, ampliar la altura de los antepechos metálicos, colocar puntos de riego en las azoteas y pintar fachadas y patios.

Para hacer más fácil la financiación de las obras necesarias, la asociación de vecinos tiene una propuesta de una entidad financiera dispuesta a conceder un crédito por ocho años, de forma que cada comunidad pagará 1.400 euros que se repercutirán en las cuotas mensuales, que se encarecerán 17 euros.

Los vecinos están acostumbrados a proyectos conjuntos. El barrio fue pionero en tener un párking subterráneo construido y gestionado por los vecinos y en instalar ascensores.