El pasado 30 de Julio, el Ayuntamiento de Córdoba dio a conocer a través de una nota de prensa que Córdoba acogerá un centro de tratamiento del cáncer a través de protonterapia «pionero en el sur de Europa». La protonterapia es una técnica que permite aplicar la radioterapia contra determinados cánceres «con mayor precisión que la convencional». Según dicha comunicación, la empresa estadounidense Mevion había estado reunida con el alcalde de Córdoba, José María Bellido, el rector de la Universidad de Córdoba, José Carlos Gómez Villamandos y el consejero de Salud y Familias de la Junta, Jesús Aguirre, para anunciar esta noticia que promete por parte de la empresa una inversión de 46 millones de euros y anuncia la generación de «decenas de empleos». Un proyecto millonario comunicado a través de una nota de prensa de un par de folios. La empresa Mevion, que por el momento no ha querido ampliar los detalles de su inversión, esperará a septiembre para concretar su plan, dicen fuentes municipales.

Las claves

La inversión millonaria, el anuncio de que la clínica se instalará en el necesitado Parque Científico Rabanales 21 y el hermetismo en torno al proyecto ha deslizado un velo sobre una de las cuestiones más importantes del mismo: la vinculación que habrá entre la clínica y el Servicio Andaluz de Salud y, por ende, con todos los andaluces.

En Andalucía se detectarán, solo en este 2020, unos 50.000 casos de cáncer, según los datos de la Sociedad Andaluza de Oncología Médica. Decía la nota del Ayuntamiento que la iniciativa de Mevión permitirá «que todos los centros públicos andaluces tengan la posibilidad de tratar a sus pacientes con protonterapia, diseñar sus tratamientos y seguir posteriormente al paciente».

La clave no es solo la inversión, la elección de Córdoba, la inyección «estratégica» para Rabanales 21, como reconoció su directora, Eva Pozo, o que su instalación «permitirá desarrollar y ampliar un Clúster de I+D+I con colaboración de la Universidad de Córdoba y el resto de universidades públicas andaluzas», sino que los andaluces, si lo necesitamos, podremos hacer uso de los servicios de esa clínica privada.

Se hará a través de «la instalación de equipos remotos en todos los servicios de Oncología Radioterápica de Andalucía, lo que «permitirá que los profesionales del SAS responsables de cada caso puedan diseñar el tratamiento de sus pacientes», según la nota de prensa remitida por el Ayuntamiento. Dicha comunicación ahonda algo más: la Unidad de Protonterapia y su personal estarán disponibles para utilización por parte del SAS. Otro elemento a tener en cuenta será qué tipos de cáncer podrán tratarse con esta técnica y en qué casos hay evidencias de que hacerlo mejora las probabilidades de supervivencia del paciente.

El papel de la Junta

La Junta de Andalucía confirma que esta es una técnica que ya se utiliza para los pacientes andaluces «que autorice el comité de expertos de protonterapia». En concreto, afirman que actualmente ya se derivan pacientes «a algunas clínicas autorizadas que hay en España» y que «cuando no había centros en España se derivaban a otros en el extranjero».

En este momento en España hay dos salas de protonterapia, la de Córdoba sería la tercera. Hablamos de un tratamiento que determinarán los profesionales sanitarios, pero que «se recibe cuando es necesario», recuerda la Junta. Las dudas que quedan en el aire están relacionadas con qué tipo de vinculación habrá entre la clínica privada Mevion y el SAS: ¿se promoverá un concierto? ¿Habrá limitaciones en cuanto al número de pacientes que podrán ser tratados con esta técnica? La Junta afirma que «los pacientes que lo necesiten recibirán protonterapia igual que lo están recibiendo ya». En cuanto al modelo de relación entre la clínica privada y el servicio público de salud la respuesta queda abierta, a la espera de que el proyecto se haga realidad. «Se verá», dicen fuentes de la consejería de Salud y Familias.

Los expertos

Ya hay dos clínicas que tratan con protonterapia en España: una la gestiona Quirón Salud en Madrid y otra la Clínica Universitaria de Navarra, también enla capital de España. En Quirón aplican esta técnica desde enero de 2020, siendo el primero de los 27 centros que había en Europa en ese momento. En abril, se sumó la Clínica Universitaria de Navarra. Fuentes sanitarias recuerdan que la protonterapia es una técnica, no un medicamento, para aplicar la radioterapia con más precisión y con menor daño para el paciente y solo en algunos casos de cáncer. La Sociedad Española de Oncología Radioterápica constata estas ventajas frente al tratamiento estándar, señala a «la población pediátrica, los largos supervivientes y tumores conhistologías resistentes al tratamiento con fotones» como «principales subgrupos beneficiarios».

El futuro

En un documento elaborado por un grupo de expertos y hecho público en el mes de abril de 2018, la SEOR entiende que el lento ritmo de implantación de esta técnica está relacionado con la escasez de «estudios clínicos de máximo nivel de eficiencia». La tecnología avanza más rápido que la realización de dichos estudios, aseguran.

Esta sociedad científica prevé que en los próximos años el 2% de los pacientes con cáncer -y a medio plazo el 11%-, serán los indicados para recibirla. La SEOR añade que debido al alto coste de la instalación de esta maquinaria, «se debe trabajar alrededor de 3 o 4 años hasta llegar a un equilibrio en el número de pacientes por año». La supervivencia de las clínicas está en torno a 270 pacientes por año y sala, dice el documento. En mayo de 2019, en España no había ninguna clínica de este tipo. Las necesidades para nuestro país eran, según esta sociedad, de «un mínimo de tres salas». Dos ya existen, Córdoba podría albergar la tercera.