La carta del obispo tuvo ayer réplica por parte del PSOE y de IU. Quienes no se manifestaron fueron los socialistas en cargos institucionales, como la alcaldesa de Córdoba o el presidente de la Diputación. Sí lo hizo el diputado nacional del PSOE por Córdoba Antonio Hurtado, para quien Demetrio Fernández «promueve un cambio social hacia el fascismo», pues «está muy contento con los resultados de Vox» y «seguro que en sus homilías habrá hecho campaña electoral por la ultra derecha antidemocrática, machista y reaccionaria».

En un comunicado, Hurtado ha reaccionado, desde el «respeto a los creyentes», vinculando lo recogido en la carta semanal del obispo con un apoyo al fascismo, desde el convencimiento de que «personajes como este señor son los que están alejando cada día a más gente de sus convicciones religiosas», pues «su intolerancia, su extremismo político y su provocación permanente se contradicen con el cristianismo y con los valores de humildad, respeto y consideración hacia los demás». Tanto es así, que el diputado considera que la provincia «no se merece a alguien como este señor, que le interesa más las cuestiones del César que las de Dios», llegando a la conclusión de que «su expresión resulta ofensiva y su predicamento en absoluto religioso, sino más bien político y de extrema derecha».

También se pronunció ayer sobre la carta la teniente de alcalde de IU y secretaria provincial del PCA en Córdoba, Alba Doblas, quien, no obstante, reconoció no estar asombrada de las palabras del obispo porque «nos tiene acostumbrados». Para Doblas llama la atención que «el máximo representante de una religión que predica el amor haga apología del odio hacia las mujeres, los inmigrantes y los transexuales», o bien que «no se haya leído el programa de la ultraderecha, que tan contento está de que haya triunfado».

Doblas también se refirió a los católicos que no militan o simpatizan con partidos de derechas y que están «desgraciadamente representados por un obispo que dice cosas tan dolorosas para ellos». En último término, a la teniente de alcalde de Hacienda le llama también la atención «la injerencia en el mundo de la política de quien no debería hacerlo porque no está para eso y demuestra con sus declaraciones la falta de conocimiento entre lo político y lo religioso». «Sus palabras son motivo de dolor para tantos que forman parte de nuestro electorado y son católicos».