Los promotores de las dos obras que Teginser ha dejado paradas en Córdoba, la emblemática Torre del Agua y el residencial Las Terrazas de Poniente, se plantean reiniciar los trabajos con otras empresas. En el caso de la Torre del Agua, el edificio de 38 viviendas promovido en régimen de cooperativa en una parcela ubicada junto a la glorieta Amadora, cuya gestora es Cooviur Desarrollos, la solución que se baraja es llevar a una asamblea que tendrá lugar a final de mes varias propuestas de empresas constructoras para que una de ellas pueda retomar su ejecución. En el caso del bloque de 123 pisos que Metrovacesa promueve en la zona del nuevo Zoco, en el conocido urbanísticamente como plan parcial O7, esta empresa lleva tiempo buscando una solución ante la inactividad que venía detectando. Ambos residenciales suman 161 viviendas.

Los pisos de la Torre del Agua, el bloque que con sus 49 metros y 14 plantas de altura es el más elevado alto de Córdoba -solo es superado por la torre de la Mezquita-Catedral-, están vendidos en su totalidad, por lo que hay 38 familias afectadas por la paralización de los trabajos. Determinar cuántos propietarios hay en Las Terrazas de Poniente es más difícil, ya que la promotora no ha facilitado el porcentaje de ventas.

Según los interlocutores consultados conocedores de la situación de la Torre del Agua, la constructora, Teginser, ha ido cobrando las certificaciones emitidas de las unidades de obra ejecutadas. Estas fuentes aseguran que la gestora propondrá a los propietarios en la asamblea que habrá dentro de unos días el nombre de las constructoras que podrían reanudar las obras, para lo que no creen que haya problema, ni tampoco esperan que se produzcan grandes retrasos. La finalización de la obra está prevista para el último trimestre de este año.

Por su parte, fuentes de Metrovacesa explican que, viendo la demora que llevaba la edificación de las Terrazas de Poniente, que aunque empezó en noviembre del 2018, está en una fase inicial, desde hace varias semanas realizan gestiones con otras empresas para que una de ellas se encargue de continuar con los trabajos «cuanto antes». Estas fuentes aseguran que, a pesar de este contratiempo, los plazos de finalización previstos se mantienen. La fecha de terminación fijada es el último trimestre del 2020.

Una de las empresas subcontratadas afectadas por la paralización ha explicado a este periódico que la constructora ha empezado a devolver pagarés. Aunque en este caso la cantidad no cobrada es mínima, tienen más pendientes que vencen en los próximos meses y trabajo por ejecutar. En otros casos, el problema ha empezado también con la devolución de pagarés.

El secretario general de la Asociación de Empresarios de la Construcción de Córdoba, Francisco Carmona, aseguró ayer que la situación no ha pillado de sorpresa a los promotores, que desde hace semanas la veían venir. Aunque la resolución del contrato es compleja y lenta cuando se trata de una obra pública (basta ver casos como los del centro de convenciones, antigua Magisterio, convento de Regina o Templo Romano, proyectos todos ellos paralizados), en actuaciones privadas, y según Carmona, en los contratos se prevén este tipo de circunstancias, que permiten la resolución y que suele ser rápida.

Como adelantó este periódico, las obras de los dos bloques llevan unos días paradas. La explicación que ha dado el grupo Perteo, al que pertenece Teginser, es que el accionista mayoritario está estudiando la viabilidad de la empresa. Otras fuentes indicaron el miércoles que Teginser dejó de pagar a sus proveedores, que son los que han decidido abandonar los trabajos de los dos edificios. Este periódico intentó ayer, sin éxito, obtener más información del grupo Perteo.