Mientras no exista un sistema más perfecto, el panel de catas es considerado por la mayor parte del sector como el más válido para certificar la calidad del aceite de oliva. Para defender su vigencia, cooperativas olivareras, la Asociación Española de Municipios del Olivo (AEMO), denominaciones de origen, asociaciones de industriales (Infaoliva, Acora y AFE), organizaciones agrarias como UPA y COAG, la asociación QVExtra y ayuntamientos y diputaciones firmaron la semana pasada en Jaén un manifiesto en el que consideran que es «imprescindible» que los aceites de oliva vírgenes extra y vírgenes tengan que pasar esta prueba para valorizar el esfuerzo de los olivareros y almazaras, pero también para que no exista ningún engaño y el consumidor pague por un producto de acuerdo a su categoría. Esta unidad del sector sale al paso de algunas organizaciones de envasadores, refinadores y exportadores que, según denuncian, cuestionan la validez y proponen su no aplicación al considerar que existe inseguridad jurídica. Los productores recuerdan que esta metodología ha sido desarrollada por el Consejo Oleícola Internacional (COI) y está contemplada en la normativa actual de la Unión Europea (UE) desde hace más de 15 años, siendo contrastada en su aplicación por laboratorios oficiales. Los firmantes del comunicado recuerdan que el método «ha estado en continua evolución», pero «actualmente el panel test es imprescindible para clasificar los aceites de oliva vírgenes extra de forma objetiva». Además, remarcan que los controles sensoriales definen «la senda de la calidad y diferenciación donde reside el futuro de nuestro sector». No obstante, consideran que hay que seguir trabajando para invertir en formación y aumentar el número de paneles certificados.

Frente a esto, la Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac) y la Asociación Española de la Industria y Comercio Exportador de Aceite de Oliva (Asoliva) afirman que «en ningún momento han pedido la desaparición del panel test como herramienta de calificación, pero sí solicitan que se mejore su aplicación para que ofrezca garantías jurídicas a las empresas» al indicar que ha sido cuestionado por varios estudios.