Un preso de la prisión de Alcolea se enfrenta a una petición de ocho años de cárcel y una multa de 1.800 euros por, presuntamente, portar drogas en el interior de su cuerpo que iban a ser distribuidas en el centro penitenciario.

El fiscal apunta en su escrito de conclusiones provisionales que, después de una comunicación familiar, fue sometido a un registro realizado por funcionarios y expulsó, por vía rectal, 21,49 gramos de resina de cannabis; 26 comprimidos de alprazolam (Trankimazin); 3,1 gramos de cocaína y 1,7 gramos de heroína.

El Ministerio Público sostiene que "toda la droga intervenida pensaba ser destinada a la donación o venta a terceras personas" y estos hechos constituyen un delito contra la salud pública. Así, solicita que se imponga al acusado la pena de ocho años de prisión y la citada sanción económica.