El presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Montilla-Moriles, Javier Martín, subraya que en la cata «ha crecido muchísimo la afluencia de gente joven y este es un dato muy positivo». En este sentido, pese a la existencia de alguna crítica que apunta que el evento se ha convertido en una discoteca por la noche, Martín hace hincapié en que «la cata es un sitio muy agradable» y destaca que esta población «se acerca por primera vez a los vinos» gracias a su celebración. Además, subraya que se ha registrado «un comportamiento ejemplar» entre los asistentes. El gerente del consejo regulador, Enrique Garrido, apuntó hace días que «es una iniciativa interesantísima poner en valor los vinos de Montilla-Moriles para un público que habitualmente no está con nuestros vinos».