Las organizaciones agrarias han mostrado su preocupación por la sequía que está afectando al sector agroganadero de la provincia, puesto que las insuficientes precipitaciones de la primavera han provocado una merma en las producciones de los cereales o del girasol, que se está recogiendo ahora, a lo que hay que unir la bajada de la cosecha en la uva, que se sitúa en el entorno del 15% en las primeras estimaciones. Los mayores problemas pueden venir, si no llueve en septiembre y octubre, en la próxima cosecha de la aceituna, para la que los primeros avances de producción tienden a la baja respecto a la actual campaña récord. El presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, indica que la falta de agua ya es «preocupante» al estar dejándose sentir en las explotaciones cordobesas. A esto hay que unir, según indica Fernández de Mesa, la incertidumbre por el regadío en la próxima campaña.

Por su parte, la secretaria provincial de COAG, Carmen Quintero, indica que los costes de producción se incrementan por la falta de agua al agostarse los pastos de manera prematura. «En el olivar de secano lo pasaremos mal por la falta de agua, a lo que se une también la preocupación por la situación de los embalses», indica.

Ante esto, el secretario provincial de UPA, Miguel Cobos, advierte de la «gravedad de la sequía» en los distintos sectores y comunidades autónomas. Cobos considera que las administraciones públicas deben reflexionar sobre la realidad de España en lo meteorológico. «Debido al cambio climático, la sequía ha dejado de ser coyuntural para visitarnos cada cuatro o cinco años y se ha convertido en una situación estructural que requiere de cambios legislativos y medidas que palien sus efectos», señala.