El proyecto ALCO-AP sobre diagnóstico, abordaje y prevención del alcoholismo, llevado a cabo por profesionales cordobeses de Atención Primaria, ha sido doblemente premiado. Por un lado se ha hecho merecedor de una de las dos becas Francesc Borrell 2018 otorgadas por el Grupo Comunicación y Salud, de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semfyc), y por otro, ha recibido el premio al mejor proyecto de investigación en el 40º Congreso de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), con una dotación de 5.000 euros

Una de las principales conclusiones de esta investigación es la eficacia de un programa formativo basado en la entrevista motivacional al demostrarse que se mejoran no sólo los conocimientos que se adquieren sino también las actitudes y las habilidades de los profesionales sanitarios de atención primaria.

Algunos de los miembros del proyecto premiado.

Los investigadores son Esperanza Romero Rodríguez (como investigadora principal), Luis Angel Pérula de Torres, José Ángel Fernández García, Juan Manuel Parras Rejano, Roger Ruiz Moral, Fernando Leiva Cepas, Ana Roldán Villalobos, Rodrigo Fernández Márquez, y Sara Fernández López.

FASE DE DIFUSIÓN

El estudio está actualmente en fase de difusión de los resultados en revistas científicas de impacto. En una primera fase, se investigó el grado de conocimiento de los profesionales de atención primaria sobre las intervenciones relacionadas con el consumo de riesgo y nocivo de alcohol, qué variables se tienen en cuenta a la hora de su diagnóstico y la actitud hacia este problema por parte de estos sanitarios. De ahí se apuntó la necesidad de promover, testar y sistematizar un tipo de intervención preventiva y diagnóstica en la práctica clínica habitual, así como de incrementar y actualizar los conocimientos de los profesionales sobre el abordaje de estos pacientes con consumo de riesgo.

En una segunda fase se desarrollaron una serie de talleres dirigidos a médicos de familia y enfermeras de atención primaria, así como a médicos internos residentes de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria, para tratar de mejorar sus habilidades competenciales en la atención de este tipo de pacientes, que representan más del 10% de los que acuden a los centros de salud.