El IPC (Índice de Precios de Consumo) registró el pasado diciembre en Córdoba un descenso anual del 0,3% con las mayores caídas en el transporte (-4,5%) y en las comunicaciones (-4,1%), según la información publicada este viernes por el Instituto Nacional de Estadística.

De este modo, también anotaron descensos anuales en la provincia los precios del ocio (-0,5%), de las bebidas alcohólicas y el tabaco (-0,6%), y de los muebles y artículos para el hogar (-0,1%). En cambio, las mayores subidas se dieron en el apartado de la vivienda, el agua, la electricidad, el gas y otros combustibles (2%); los alimentos y bebidas no alcohólicas (1,4%) y el vestido y el calzado (1,1%).

En el acumulado del año, el IPC anotó una caída del 0,3% en Córdoba, mientras que la variación mensual fue negativa, con un -0,1%, debido principalmente a los precios del vestido y el calzado (-2,2%); las bebidas alcohólicas y el tabaco (-1,8%), y los alimentos y bebidas no alcohólicas (-1,1%).

La estadística refleja que hay que remontarse al 2015 para encontrar una tasa de variación anual negativa en el IPC cordobés, ya que en aquel momento cayó un 0,1%. La bajada de este año es la tercera de la década, pese a la anterior crisis económica, y cabe recordar que estaría influida por el impacto que la pandemia de coronavirus pandemia de coronavirusestá teniendo en la economía y el consumo de los ciudadanos.

En este sentido, el economista y profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Córdoba Fernando Lara ha relacionado la evolución del índice general con "la caída del consumo y el parón económico" ocasionados por la crisis sanitaria.

Consultado por la posibilidad de que esta reducción de precios beneficie al consumo, también ha indicado que "estamos tomando las decisiones de compra en función de nuestras necesidades y de la incertidumbre, creo que estamos bastante conservadores", ha admitido, apuntando que "incluso podemos aplazar decisiones de compra pensando que los precios van a seguir bajando".

Por otro lado, ha recordado que una tasa negativa del IPC podría afectar a las retribuciones vinculadas a su evolución, dependiendo de lo negociado en los convenios. Además, ha hecho hincapié en que, según la cesta de la compra de cada familia, estas pueden verse perjudicadas por la subida de productos como la electricidad y no beneficiarse de la bajada de precios de otros como el ocio.