Las administraciones llaman a la unidad del sector del aceite de oliva, pero los productores no se dan por aludidos. Si a finales de mayo se unieron en una manifestación celebrada en Jaén en la que se exigían medidas para frenar la crisis de precios, esa unidad se ha roto en pocas semanas al plantearse una nueva movilización en Sevilla. COAG, UPA, UGT y CCOO participarán este martes en una manifestación que plantea medidas al Ministerio de Agricultura y a la Consejería de Agricultura para que los precios del aceite no sufran las grandes variaciones a los que se ven sometidos en España pese a ser el principal país productor. Por el contrario, Cooperativas Agroalimentarias y Asaja se han desmarcado de esta protesta al alegar que las medidas que se están adoptando en las últimas semanas han comenzado a trasladarse al mercado. La realidad, sin embargo, es que hoy el precio de un kilogramo de aceite de oliva se sitúa a 2,2 euros, un 18% menos que hace un año y un 43,5% inferior al valor que tenía en junio del 2017 (3,97 euros). Precisamente, sería a partir de ese verano cuando se iniciaría una progresiva reducción de los precios del zumo de la aceituna en todas sus categorías. De los 3,97 de junio del 2017 se pasó a 3,03 en mayo del 2018, mes en el que se abandonaría el valor de tres euros, que no se alcanzaría desde entonces en el aceite de más calidad. En el caso del virgen, se pasó de 3,87 euros en junio del 2017 a 1,94 en junio del 2019, mientras que el lampante bajó de 3,78 a 1,84 en ese periodo. Estos precios son los más bajos desde la campaña 2013/2014, cuando también hubo una cosecha récord como la actual en España. Entonces se obtuvieron 362.180 toneladas de aceite en Córdoba y en la actual se ha llegado a 364.517.

Estos valores, según remarca el sector, se han alejado de los costes de producción que pudieran hacer rentable el cultivo, sobre todo en explotaciones tradicionales, que son las que tienen unos mayores costes de producción en la recolección. La Consejería de Agricultura estima que en un olivar de secano no mecanizable los costes necesarios para obtener un kilo de aceite de olivar serían de 2,85 euros. Este tipo de olivar es el que, por ejemplo, se extiende por amplias zonas de Sierra Morena y de las Sierras Subbéticas. En el caso de ser posible mecanizar la recogida, el coste bajaría a 2,16 euros, mientras que si la explotación está en regadío extensivo serían de 2,13 euros.

En esta situación, solo el virgen extra se situaría en un precio que tendría para cubrir los costes de producción de manera ajustada, mientras que en el caso del virgen y del lampante quedarían ya lejos de esos costes de producción. Por el contrario, los costes para obtener un kilo de aceite en el olivar de regadío intensivo bajarían a 1,88 euros. La organización agraria UPA estima que en la actual campaña los olivareros dejarán de ingresar uno 360 millones de euros como consecuencia de esos bajos precios. UPA sitúa los costes de producción en 2,70 euros para un kilo de aceite, por lo que si el valor está en euros, y si se le añade la ayuda de la PAC (0,40 euros por kilo), seguiría perdiendo 30 céntimos.

Esta crisis de precios en origen, precisamente, está afectando a España, mientras que en otros países productores la caída no ha sido tan acentuada. El Observatorio de Precios y Mercados de la Junta recoge en su último informe que en la semana 26 se pagaba por un virgen extra en España 2,32 euros, mientras que en Italia se llegaba a 4,83 euros, en Grecia ascendía a 2,75 y en Túnez, a 2,36. Además, en España el valor añadido de la calidad es donde tiene menor importancia con respecto a los otros tres países. Así, la diferencia entre un virgen extra (2,32) y un lampante (1,98) es de solo 0,34 euros, solo un 17% más. Por el contrario, en Italia ese valor se agranda: 4,83 euros frente a 1,59, es decir, un virgen extra vale 3,24 euros más que un lampante. En Grecia cuesta un virgen extra un 68,7% más que un lampante y en Túnez, un 36,4%.

LAS CLAVES

1. EL SECTOR

El cultivo del olivar es el más extendido en la provincia, con 352.600 hectáreas (SigPac 2017), lo que representa el 92% de los cultivos leñosos. Aglutina a 185 almazaras y genera más de 4 millones de jornales cada campaña. Su peso en la producción final agraria es significativo. En el último ejercicio cerrado, la Consejería de Agricultura estimaba que el olivar representaba el 58% de los ingresos obtenidos. Córdoba es la provincia andaluza con más denominaciones (4).

2. LAS DEMANDAS

La manifestación del martes se convoca para reivindicar precios justos para el aceite de oliva. Demandan a la Junta que garantice la trazabilidad, mientras que al Ministerio pide que haga controles fiscales a la industria y a las envasadoras. A Competencia le reclama que inicie una investigación de la situación del mercado y que la Junta de Andalucía cree una agencia del aceite. Además, exige que suban los precios de referencia que activan el almacenamiento privado.

3. LOS RETOS

Sólo en Córdoba hay 185 almazaras, mientras que en España se llega a 1.836. La enorme atomización sigue siendo el tendón de Aquiles del sector, a lo que se une también el poco peso que tiene la comercialización del aceite, pues la mayor parte del zumo de la aceituna se vende a granel. Impulsar la concentración, pero también fomentar el envasado para aprovechar el valor añadido siguen siendo dos de las grandes asignaturas pendientes.