El grupo municipal del PP y el consejo de distrito Centro denunciaron ayer el ambiente de inseguridad que se vive en el barrio de San Agustín, en donde, según dijeron, «un grupo de 12 okupas» se ha instalado en una vivienda de la calle Hornillo, cuya propietaria, Rosario Jiménez, responsabilizó al Ayuntamiento de tener en pie «ese inmueble en ruinas desde hace 30 años que se inició sobre el mismo un expediente de expropiación que aún no se ha resuelto». El portavoz del PP, José María Bellido, y el presidente del consejo de distrito, Rafael Soto, señalaron que los vecinos de la zona «estamos peor que hace años» por la «inseguridad» que se ha creado en el barrio con la presencia de okupas.

Bellido dijo que, tras la actuaciones hecha en la plaza de San Agustín por el anterior gobierno local del PP, el Ayuntamiento no ha vuelto a realizar ninguna otra, aunque, como dijo, «hay asuntos pendientes de resolver». ¿Cuáles? Pues tanto Bellido como Soto dijeron que el abandono de la vivienda número 4 de la plaza, propiedad de la Junta de Andalucía, «está creando un problema de inseguridad en la zona», así como la falta de solución al colegio Luciana Centeno, cerrado desde hace años «y al que los okupas han intentado entrar» y la falta de atención en el arreglo de algunas calles del barrio. Bellido afirmó que el gobierno municipal tiene abandonado el barrio desde hace años.