El PP exigió ayer la apertura de la piscina cubierta del Parque Figueroa. La piscina es un proyecto plasmado en un convenio firmado en el 2004 entre la Junta y la Diputación. Trece años después, y después de muchas vicisitudes, las instalaciones son una realidad pero aún permanecen cerradas, a pesar de que las obras acabaron en abril de este año y de que cuenta con licencia de utilización desde principios de mes. Esta situación fue denunciada ayer por los portavoces del PP en la Diputación y en el Ayuntamiento, Andrés Lorite y José María Bellido, respectivamente, y por el diputado provincial Agustín Palomares. En el tiempo transcurrido desde el inicio de la obra, la piscina ha pasado de costar 2,5 millones a 3,5 millones, a pesar de haberse descartado las instalaciones deportivas que llevaba tras los problemas que ha habido que resolver. Lorite asegura que el presidente de la Diputación explicó en junio que la obra estaba culminada y pendiente de un encuentro con la Junta y de formalizar el acto de entrega entre esta y la institución provincial.

El PP preguntará por los trámites que faltan para la inauguración de la piscina en el Pleno de la Diputación que se celebrará hoy y en el Imdeco. El PP se interesará también por saber si se firmará un convenio con el Ayuntamiento para la gestión de las instalaciones. Bellido considera «impresentable que la piscina esté cerrada».