El gobierno local ha aprobado hoy inicialmente los primeros presupuestos municipales a lo largo de un pleno telemático, el primero en la historia democrática de Córdoba, que solo ha contado con la presencia física en el Ayuntamiento del alcalde, José María Bellido, el teniente de alcalde de Hacienda, Salvador Fuentes, la portavoz socialista, Isabel Ambrosio, y el secretario municipal. El resto de la Corporación ha seguido la sesión por videoconferencia desde su casa sin incidencias, al margen de algún que otro problema técnico poco reseñable.

Finalmente las cuentas municipales para 2020, las que deben acompañar a los cordobeses en la salida de la crisis provocada por el coronavirus, han salido adelante solo con el apoyo de Vox, que había negociado con Partido Popular y Ciudadanos el documento antes del confinamiento, y con el voto en contra del resto de la oposición, que no obstante ha expresado su intención de apoyar las modificaciones que puedan hacerse posteriormente al documento en un plan de choque que quiere negociarse con empresarios y sindicatos para salir de la crisis.

Partido Socialista, Izquierda Unida y Podemos registraron ayer por la noche una batería de 34 enmiendas comunes, con un valor de 24,4 millones de euros, que han sido rechazadas en bloque por el equipo de gobierno y Vox. El presupuesto se ha aprobado, eso sí, con la incorporación de las 21 enmiendas presentadas por Vox, una del PSOE relativa a los convenios con entidades para el funcionamiento del Banco de Alimentos y una del PP, por la que se sube el sueldo a la concejala de Cultura y presidenta del Imdeec, Blanca Torrent. Aunque no ha salido aprobado, el gobierno municipal se ha comprometido a estudiar el encaje de una renta mínima municipal, que ha pedido Podemos, y que no podrá solaparse con las que pretenden poner en marcha el Gobierno central y la Junta de Andalucía.

El teniente de alcalde de Hacienda, Salvador Fuentes, ha dicho de las cuentas que son "unos presupuestos líquidos para unos tiempos líquidos", consciente de que habrá que modificarlos de manera inmediata y a partir del plan de choque que tienen previsto negociar con empresarios y sindicatos y que debe dar respuesta a las necesidades actuales de la sociedad cordobesa en plena crisis del coronavirus. Los partidos han estado de acuerdo en cuáles deben ser las grandes líneas de ese plan de choque (incremento de las partidas de Servicios Sociales, recuperar el tejido productivo y reactivar el empleo, y mantener las empresas públicas), pero han sido incapaces de ponerse de acuerdo en la forma de hacerlo y en los tiempos de llevarlas a cabo.

Las cuentas para 2020 suponen, como ha explicado el concejal de Hacienda, un incremento del 5,75% respecto al del pasado año hasta alcanzar los 302 millones de euros en ingresos y gastos, de los que 28 millones de euros serán para proyectos de inversión. Los presupuestos consolidados (que incorporan a las empresas y organismos municipales) ascienden a 404 millones de euros, un 4,92% más que 2019.

El debate sobre los presupuestos no ha sido bronco, aunque ha incluido reproches sobre la gestión de la crisis del coronavirus por parte del Gobierno municipal, especialmente por parte del PSOE que ha lamentado la lentitud en la concesión de ayudas por parte de los Servicios Sociales. Por contra, Ciudadanos y Vox ha sido las formaciones más ácidas respecto a la gestión realizada a nivel nacional por parte del Ejecutivo de Pedro Sánchez. Todos los partidos han coincidido en demandar al Gobierno central, en la misma línea que lo ha hecho la FEMP, que los ayuntamientos puedan destinar sus superávit (en el caso de Córdoba superior a 21 millones de euros) a paliar los efectos de la crisis y no a la amortización de deuda como obliga ahora la regla de gasto.

Los presupuestos prosiguen ahora su trámite administrativo y se espera que estén en carga en el mes de mayo. El equipo de gobierno ha tratado de acelerar su puesta en marcha, suspendiendo el plazo de 15 días para las alegaciones que estipula la norma, pero el secretario municipal no ha considerado procedente dicha suspensión. El alcalde ya explicó que la intención del equipo de gobierno es, una vez aprobado el presupuesto, modificar las partidas que sean necesarias para atender a la nueva realidad de Córdoba tras el coronavirus.