Las arcas municipales recaudaron el año pasado alrededor de un millón de euros menos en concepto de multas de tráfico que en el 2017. Concretamente, al cierre del año, se habían recaudado 855.491 euros menos, mientras que la diferencia entre los valores cargados de ambos años (sanciones impuestas, con sus recibos girados, pero no satisfechas de momento) es de 1,09 millones.

La delegación de Hacienda había previsto ingresar en multas de tráfico en 2018 un total de 3,5 millones de euros, aunque a 31 de enero los recibos ya enviados ascendían a 2,3 millones, de los que 1,4 millones, el 61%, ya se han pagado. Estas cifras, que indican que se ha superado la previsión inicial en esta materia, son, como se ha indicado, inferiores a los valores recaudados el año anterior, cuando la Policía Local puso multas por valor de 3,5 millones de euros, de los que se han ingresado de momento 2,3 millones, es decir, el 65,7%.

El teniente de alcalde de Seguridad, Emilio Aumente, achaca esta bajada de ingresos a que los cordobeses son «cada vez más respetuosos con las normas», si bien desde los sindicatos se atribuye a la falta de personal y posiblemente de motivación por parte de los policías este descenso.

Miguel Martínez, del Siplb, sindicato mayoritario en la Policía Local en Córdoba, entiende que detrás de esta bajada de ingresos en concepto de multas de tráfico está de nuevo la escasez de efectivos, y el hecho de que los agentes hayan dejado de hacer servicios de productividad hace meses, porque el Ayuntamiento aún les debe los que hicieron el año anterior. Tampoco parece baladí «la falta de motivación» que la plantilla presenta por estas circunstancias laborales. «Alrededor del 20 de marzo sabremos si el Ayuntamiento incluye en nuestras normas los atrasos que nos debe y, si eso no ocurre, celebraremos una asamblea para decidir qué vamos a hacer desde Semana Santa hasta las elecciones», explica.

Martínez recuerda también que desde enero, por la entrada en vigor del decreto del adelanto de la jubilación para este cuerpo de seguridad, hay 40 policías menos que el año pasado; que este año se jubilarán 13 más, y que en el 2020 lo harán otros 15. «Y todo eso sucederá antes de que entren los 90 nuevos policías», pertenecientes a la oferta pública de empleo ya en marcha.

La carencia de personal en la Policía Local afecta a todas las escalas de mandos y en especial a los intendentes. Este mismo verano hubo que cesar al entonces director general de Seguridad y Vía Pública para que retornase a su puesto de intendente de la Policía Local, ya que solo había dos en aquel momento y uno debía irse de vacaciones. Desde los sindicatos se ha advertido de la falta de instructores de denuncias en Sadeco (por lo que las multas relacionadas con la ordenanza de higiene han caído en picado el pasado año), venta ambulante o para la vigilancia de la ordenanza de coches de caballos. La falta de instrucción queda de manifiesto, por ejemplo, en materia de salud pública. Por ese concepto, Hacienda tenía previsto ingresar 11.200 euros, pero no ha ingresado nada.

A estas circunstancias derivadas de la falta de personal, también se deben sumar los problemas que durante seis meses (de enero a agosto) acarreó el que el Ayuntamiento careciera de servicio de correo, después de que la empresa adjudicataria entrara en concurso de acreedores. Durante ese tiempo, no se envió ni una sola notificación de multas de tráfico, por lo que tampoco es descabellado pensar que alguna pudiera prescribir.