Una propuesta de la organización Asaja en Jaén para desviar "el excedente" de aceite de orujo alimentario para producir biodiésel ha provocado el rechazo de la industria extractora, que la califica de "improvisada" y "disparate" que haría perder 85 millones al año a los agricultores jiennenses. El gerente y portavoz de Asaja Jaén, Luis Carlos Valero, explicó que el biodiésel puede ser una buena salida para el sector para "matar dos pájaros de un tiro": aliviar los excedentes de aceite de oliva, actualmente con "precios de ruina", y equilibrar la balanza energética. Valero detalló que el aceite de orujo cotiza a 781 euros/tonelada, bastante menos que los 1.145 euros/t del girasol.

Por su parte, el presidente de la Asociación Nacional de Extractores de Aceite de Orujo (ANEO), Fernando Muñoz, aseguró que es una idea improvisada y disparatada, fruto del desconocimiento y de sectores interesados en la venta de sus aceites --de oliva--, frente a otros, como los de orujo. Muñoz indicó que "no es necesario que Asaja se reúna con extractores o refinadores de orujo; deseamos ahorrarle tiempo y esfuerzo a Asaja, porque no vamos a permitir de ninguna de las maneras que una de las clasificaciones de los aceites de oliva se use para biocombustibles".