Desde hace seis años la población de Córdoba no ha dejado de reducirse a pesar de que la inmigración está siendo un importante atenuante para frenar el descenso. La actualización de las cifras de población a 1 de julio, que ayer dio a conocer el INE, refleja que en la provincia había 784.517 residentes, lo que supone 2.007 menos que en el mes de enero. El número de habitantes no ha dejado de caer desde enero del 2013 y en la actualidad se ha situado cerca de los niveles de julio del 2006, cuando había 783.072. El descenso demográfico en los últimos seis años se debe a la disminución de habitantes nacidos en España, que desde el 1 de julio del 2012 se ha reducido en 17.256 personas y se sitúa ahora en 753.649. Por el contrario, tras varios ejercicios de decremento de la población nacida en otros países (de 2013 a 2015), ha vuelto a crecer desde el 2016. En julio pasado se contabilizaban 30.868 residentes de otros países, 360 más de los que había en julio del 2012. El mayor número procede de países de la UE no españoles (11.204), seguidos de los nacidos en Sudamérica (7.723), África (5.083), Centro América y Caribe (2.135), resto de Europa (2.082), Asia (1.954), América del Norte (588) y Oceanía (90).

MIGRACIONES / El saldo migratorio con otros países es favorable en Córdoba desde el segundo semestre del 2015, aunque en el primer semestre del 2018 se produjo un importante descenso respecto al segundo semestre del 2017: Córdoba ha pasado de un saldo favorable de 536 habitantes a solo 71 en el primer semestre del 2018. Peor es la evolución si se tiene en cuenta la tendencia seguida con respecto otras provincias españolas. Al menos desde el primer semestre del 2008 se registra un mayor número de personas que deciden marcharse de Córdoba respecto a las que llegan. En el primer semestre del 2018, el saldo fue negativo en 763 personas. El mayor número de residentes de la provincia se trasladó a Málaga (611), Madrid (595) y Sevilla (419) en el primer semestre del 2018.