El Pleno del Ayuntamiento ya ha dado su visto bueno a los presupuestos para el 2018, al menos el inicial. El equipo de gobierno, PSOE e IU, junto con Ganemos, grupo con el que ha negociado estas cuentas, dieron ayer su apoyo al documento en una sesión extraordinaria plana y sin grandes sorpresas, más allá de la nueva iluminación eficiente del salón de plenos, ya que todo estaba más que debatido. Los tres se mostraron satisfechos por el trabajo realizado, gracias al que el Ayuntamiento tendrá su presupuesto en vigor desde el día 1 de enero del 2018, hecho que ocurre «por primera vez», como subrayó la portavoz del PSOE, Carmen González. En cambio, PP, Ciudadanos y Ucor votaron en contra de las cuentas, que ascienden a 415,4 millones contando con empresas y organismos municipales, que no comparten ni en la forma ni en el fondo y de las que criticaron la falta de proyectos. Aunque presentaron casi medio centenar de enmiendas (28 el PP, 14 Ciudadanos y 5 Ucor), todas ellas fueron rechazadas por equipo de gobierno y Ganemos con el argumento de que parte de ellas están incluidas en las cuentas.

La teniente de alcalde de Hacienda, Alba Doblas, subrayó «el acento» que «ponen en las personas que peor lo están pasando» estas cuentas, su «marcado carácter social» y las inversiones que contemplan, entre ellas, los 2,2 millones para el cercanías. En su intervención, no faltaron los reproches al Gobierno central, al que culpó de la disminución de los ingresos.

En cambio el portavoz del principal grupo de la oposición, el PP, José María Bellido, criticó que los presupuestos «no tienen proyectos de ciudad» y que los «únicos que pueden salir son los que vienen de nuestra etapa, como el metrotrén», respecto al que garantizó que el Gobierno central no tardará dos años en declarar la obligación de servicio público. Bellido lamentó las «inversiones 2.0», es decir, «idénticas que las del 2017». Sin embargo, lo más censurado, y no solo por él, sino por el resto de la oposición, fue el escaso grado de ejecución de las cuentas del 2017, que cifró en un 4,7%, por lo que son «papel mojado». Esa misma sensación tiene el portavoz de C’s, David Dorado, que lamentó que el gobierno local se ha conformado con «un aprobado raspado» cuando podía haber sacado nota aceptando sus enmiendas, por lo que se queda con «un documento meramente administrativo, sin amplitud de miras» y «sin diseño de ciudad».

«Ni en las formas ni en el contenido» satisface este presupuesto al concejal de Ucor, Rafael Serrano, que ve «más de lo mismo» unas cuentas «irreales», en las que las inversiones son de «mero mantenimiento».

A pesar de su voto afirmativo y de la satisfacción manifestada «por el deber cumplido» y por el aumento de partidas en el área social, la concejala de Ganemos María de los Ángeles Aguilera mostró su preocupación por la «baja ejecución de presupuestos anteriores». Por ello, el grupo avisó de que el próximo año estarán pendientes de la ejecución.