El Pleno ha dado luz verde a las propuestas incluidas en las conclusiones del dictamen de la comisión de seguimiento de la auditoría de la deuda municipal promovida por Ganemos y constituida en diciembre del 2017. La comisión propone actualizar el listado de bienes inmuebles que tienen exenciones y bonificaciones fiscales, compromiso adquirido a través de este acuerdo de Pleno, y llevar a cabo planes de actuación con el Catastro para actualizar los valores y estimar lo que el Ayuntamiento deja de percibir por ellos. Además, plantea realizar un estudio detallado sobre las causas de las refinanciaciones del Ayuntamiento. La comisión considera conveniente elaborar un plan estratégico de Córdoba que incluya medidas medioambientales, de género y sociales. Otra de las medidas que propone es la de incorporar cláusulas en la licitación o mecanismos de penalización para las empresas adjudicatarias que incurran en sobrecostes del 10% en las obras o en retrasos injustificados, así como aprobar protocolos para que en los proyectos que cuesten más del 10% de los recursos ordinarios del presupuesto o más de 6 millones se haga previamente un informe de externalidades y retorno social.

El grupo de trabajo ha analizado las exenciones y bonificaciones tributarias, la deuda y los préstamos bancarios, y dos obras, las del Palacio del Sur y el aeropuerto. Entre sus conclusiones, adelantadas por este periódico, están que el Ayuntamiento pierde al año 9 millones de euros en exenciones y beneficios fiscales de IBI a fundaciones y asociaciones sin ánimo de lucro, a confesiones religiosas, centros de enseñanza concertados, hospitales privados, edificios del Estado, el Ejército, la Junta, la Diputación o la Universidad. Según el dictamen, las confesiones religiosas, por ejemplo, se ahorran 1,2 millones al año en pago del IBI de los 443 bienes inmuebles que disfrutan de algún tipo de exención en la actualidad. Llamativo es el caso de los 26 locales comerciales existentes de fundaciones en los que desempeñan su actividad entidades bancarias que no pagan tributos, lo que supone una merma de 47.987 euros al año en las arcas municipales.

En cuanto a la deuda municipal, el informe destaca la evolución ascendente desde los 120 millones del 2000, a los 200 del 2005 y los 300 del 2013, alcanzando su pico más alto en el 2011, año a partir del que decrece. La deuda media fue de 245 millones entre 2000 y 2015, año en el que alcanzaba los 236 millones y conllevaba el abono de 12,2 millones en intereses como media anual. En ese tiempo hicieron falta dos planes de saneamiento y uno de ajuste.

La concejala de Ganemos Vicky López ha señado que "esto no es el fin de un trabajo, es el comienzo, y esperemos que sirva para ver qué y cómo gastamos el dinero del Ayuntamiento".