Los trabajadores de la multinacional Asea Brown Boveri (ABB) en Córdoba afrontan con «incertidumbre» el proceso para la venta de la división Power Grids (a la que pertenece esta fábrica) a la japonesa Hitachi. Así lo han explicado desde el Sindicato Provincial de Industria de CCOO, donde han detallado que la plantilla está a la espera de mantener una reunión con la empresa para conocer más información sobre esta operación y sobre la situación de la planta.

La misma fuente ha recordado que Hitachi tiene prácticamente el doble de facturación y de trabajadores que ABB a nivel mundial, y cuenta con muy poca actividad dentro de la fabricación de transformadores, por lo que «no existe el temor» a que se dupliquen los centros de producción.

De otro lado, el secretario de Organización de la Federación de Industria, Construcción y Agro (FICA) de la UGT, Francisco Muñoz, es también trabajador de ABB y coincide en destacar la «incertidumbre». Muñoz explica que en la planta cordobesa, que tiene unos 350 trabajadores, se ha impulsado un plan de ahorro de costes, flexibilidad, aumento de la productividad y calidad para lograr una mayor competitividad. En esta línea, señala que «nos han dicho que quizá haya que ajustar la plantilla por la falta de carga de trabajo», pero en estos momentos ya se está aplicando una medida de flexibilidad para que los empleados descansen y recuperen horas cuando aumente la actividad, por lo que cree que «los trabajadores y la empresa están alineados para que esto salga para adelante».

ABB explica en su web que la fábrica cordobesa fue fundada en el año 1930 y exporta transformadores de potencia aislados en aceite a EEUU, Latinoamérica y Europa. Fuentes de la empresa insistieron ayer en destacar a este periódico que la venta «no afectará al empleo en Córdoba», aunque recordaron que «no se puede hacer previsiones a futuro», porque la actividad podría evolucionar como en cualquier negocio.