El Consejo Consultivo de Andalucía ha dejado el camino despejado al Ayuntamiento para que ponga fin al contrato que mantenía con la adjudicataria de la primera fase de la remodelación del convento Regina y, de esa manera, pueda sacar a concurso de nuevo las obras. Tal y como adelantó este periódico, el Consultivo ha emitido un informe favorable a la resolución del contrato firmado hace más de dos años con Tudmir, empresa que renunció a hacer la obra. Los dos años transcurridos son solo un ejemplo de lo que ha costado cada paso que se ha dado en un plan, el Turístico de Grandes Ciudades, que firmaron en el 2014 la Junta, que aportaba tres millones, y el Ayuntamiento, que ponía dos, con la idea de que sus treinta actuaciones estuvieran acabadas en dos años, misión que ha resultado imposible.

Última prórroga

La última prórroga concedida al Ayuntamiento por la Junta, la tercera, fijaba el 2 de junio del 2020 como fecha para que todos los proyectos estuviesen acabados y el 31 de julio para que estuviesen justificadas las partidas gastadas. La vigencia del convenio expiraba el 31 de agosto. La primera fecha ya ha caducado y la segunda está a punto de hacerlo. Sin embargo, el Ayuntamiento ha conseguido un poco más de tiempo pero solo para dos proyectos. Se trata de la instalación del proyecto museístico de la Torre de la Inquisición del Alcázar y el de señalización turística Andando Córdoba.

Más tiempo

Fuentes de la Junta explican que el Ayuntamiento, al amparo del Real Decreto-ley 11/2020, de 31 de marzo, por el que se adoptan medidas urgentes complementarias en el ámbito social y económico para hacer frente al coronavirus, pidió una ampliación de plazo «motivada en las excepcionales circunstancias derivadas de la crisis sanitaria que impedían la finalización en el tiempo estipulado de alguno de los proyectos que se encontraban en ejecución». La Junta, tras estudiar la solicitud y consultar a sus servicios técnicos y jurídicos, concedió una ampliación en mayo. Por ello, y según indica la Junta, «el plan se encuentra en fase de justificación excepto en lo concerniente a los proyectos para los que se solicitó y aprobó la ampliación del plazo de ejecución». Uno de los proyectos tiene como fecha tope para la ejecución el 1 de agosto y de justificación, el 30 de septiembre; y el otro, el 15 de agosto y el 15 de octubre.

En el caso de la Torre de la Inquisición, el Ayuntamiento concluyó la restauración y la adecuación de las estancias que albergarán el contenido museístico, presupuestado en 40.000 euros, pero no la colocación de este equipamiento. El argumento que emplea en el informe que dirigió a la Junta es que las obras de la Torre de la Inquisición, que acabaron en marzo, han durado más tiempo porque aparecieron restos del pasado del edificio que han obligado a realizar otro proyecto para ponerlos en valor. Hasta que no han terminado esas obras y no se ha decidido la ubicación del material museográfico, el Ayuntamiento no ha podido avanzar en su instalación, que se ha visto complicada por la paralización de la actividad durante la pandemia

En cuanto al otro proyecto, el de señalización turística, cuando se ha solicitado la ampliación de plazo estaba en la última fase y solo quedaban 15.000 euros para su terminación, pero su culminación también se complicó por el coronavirus y las restricciones que impuso el estado de alarma. Por ello, el Ayuntamiento decidió pedir a la Junta dos meses para poder finalizar los proyectos.

Los ejes del plan

El plan contaba con cuatro ejes. El primero era el de la generación de herramientas compartidas y dentro de él se mejoró la señalización del conjunto histórico. El segundo se centraba en los patios y gracias a él se abrió Trueque 4 como centro de interpretación, aunque después quedó cerrado.

El tercer eje es el de la ciudad de las cuatro culturas, en el que entraba el convento Regina, la Torre de la Inquisición y el Templo Romano. En Regina se realizaron trabajos previos, pero no se llegó a ejecutar la obra prevista en la iglesia. Este proyecto experimentó cambios en su concepción, ya que el plan turístico prevía en él un museo cofrade pero el gobierno de PSOE e IU quería darle un uso cultural. En el Templo Romano se ejecutó una primera fase de la restauración pero la segunda, la que iba a permitir pasear entre las columnas, quedó parada al poco de su inicio y desde entonces está a la espera de la de resolución del contrato, que no ha culminado aún. La paralización de la obra ha provocado que el monumento esté cada vez más deteriorado. También se llevó a cabo en este eje el proyecto de los patios conventuales en Santa Cruz y la peatonalización de Capitulares. De él queda la iluminación de la Puerta del Puente, que no se ha podido llegar a acometer al tener un informe negativo de Cultura. Otra de las obras ejecutadas dentro de este eje, la más reciente, es la de la Torre de la Inquisición, que, a pesar de su equipamiento, necesita otro proyecto más para poner en valor los hallazgos encontrados. El plan contaba con un cuarto eje denominado Córdoba Experience.

Resultado y futuro

El plan llega a su fin con la calle Capitulares peatonalizada, con un centro de interpretación de los patios cerrado, con una Torre de la Inquisición medio restaurada y con dos obras de envergadura sin ejecutar, el Templo Romano y el convento Regina.

Poco antes del inicio de la pandemia, en Fitur, Junta y Ayuntamiento dieron a conocer que trabajaban en el diseño de un nuevo plan turístico al estar entonces este a punto de expirar y al haberse descartado la idea de ir a una cuarta prórroga. Al haberse superado el 65% de ejecución no se contempla penalización por no culminar el plan. Ahora se abre otra etapa para fijar las prioridades que Junta y Ayuntamiento marcarán de cara a esa nueva hoja de ruta.