La práctica totalidad de las piscinas privadas de las comunidades de vecinos de Córdoba se han adaptado a la normativa para poder abrir sus aguas a la nueva normalidad tras el estado de alarma por el coronavirus. Mercedes Romero, presidenta de los Administradores de Fincas, estima que las reticencias que aún había en algunas comunidades se terminarán de disipar con el subidón de temperaturas. «Hay muchas que han dejado la apertura para el 1 de julio y hasta ahora estaba siendo dispar la decisión de abrir, pero yo creo que con este calor se van a disipar todas las dudas. Estoy convencida de que en Córdoba ninguna dejará de abrir», explica a este periódico.

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El 19 de junio la Junta de Andalucía hizo públicas las normas que deben regir en las piscinas comunitarias privadas, entre ellas que no se puede superar el límite del 75% del aforo del vaso de la piscina y que debe haber 1,5 metros de distancia entre bañistas. En el resto del espacio prevalecen las mismas normas de distanciamiento para quienes no conviven que en el resto de lugares públicos. Los administradores de fincas andaluces han editado una reseña con todas las normas para facilitar su puesta en marcha en las comunidades.

Otro aspecto que la comunidad de propietarios debe decidir es sobre la necesidad de contar con controladores o someterse al autocontrol de los propios vecinos, así como establecer turnos de baño o reservas. También hay comunidades que han optado por códigos QR para reservar baños y poder entrar en los espacios y otros por ordenar sencillamente a los vecinos por bloques o letras. Todo lo que sea necesario para evitar el lleno total.

Por otro lado, es necesario que las comunidades pongan bien visibles carteles con estas medidas sanitarias y disponer de papeleras que deben limpiarse con frecuencia. Por supuesto, se exige una estricta limpieza y desinfección personal (calzado incluido) y de baños con carácter previo y el establecimiento de señales o marcas para garantizar la distancia en el césped. «De momento ha habido sus más y sus menos, pero la gente está siendo cumplidora», opina Mercedes.

Las comunidades con piscinas privadas se concentran en la zona de Zoco y Poniente, que prácticamente han abierto todas, frente a las de la zona del Gualdalquivir, muchas de las cuales han decidido no abrir.