Un vecino de Badajoz se enfrenta a una petición de ocho años de cárcel por, presuntamente, abusar sexualmente de una menor residente en Córdoba que en el momento de los hechos tenía 15 años de edad (él contaba con 26) y a la que conoció a través de un chat de internet.

El escrito de conclusiones provisionales del Ministerio Público afirma que los hechos ocurrieron en el 2017 y que el procesado "se hacía pasar por una suerte de agente policial encubierto, ocupado en labores de inteligencia, que se veía obligado por ello a no aportar datos personales acerca de sí mismo".

En esta línea, sostiene que esta circunstancia "despertó el interés, la curiosidad y una cierta fascinación" en la víctima, con la que trabó una estrecha amistad y con la que se comunicaba mediante una aplicación.

También añade que el agresor y la menor compartían confidencias e intercambiaban fotografías, y que en una ocasión el acusado llegó a enviar una imagen en la que aparecía vistiendo un informe indeterminado.

El Fiscal señala que el encartado se desplazó por primera vez a principios del mes de mayo a Córdoba y que una tarde se encontró con la víctima, mientras que al día siguiente acudió a su centro escolar, saludó a compañeros miembros del grupo de chat y llevó golosinas a la víctima y a unas amigas.

Días más tarde, regresó a la ciudad y visitó la feria con la menor y amigos adolescentes de esta, citándose con ella al día siguiente con el pretexto de ayudarla a preparar un examen. La víctima acudió a su hotel y almorzaron en la habitación en la que el agresor se alojaba.

Después de esto, supuestamente, el procesado comenzó a acariciar a la víctima y cuando ella le pidió que cesara en su actitud hizo caso omiso y comenzó a desnudarla. El Fiscal afirma, no obstante, que "ante las reiteradas súplicas de esta, finalmente desistió de su intento de mantener una relación sexual completa", permitiendo que la menor se vistiera y abandonara la habitación.

El escrito recoge que los hechos constituyen un delito de abuso sexual a persona menor de 16 años con introducción de miembro corporal por vía vaginal y reclama que se imponga al acusado una pena de 8 años de cárcel, así como libertad vigilada durante cinco años.

Por otra parte, solicita que se le prohíba acercarse a la víctima y a su domicilio en un radio inferior de 500 metros, así como que comunique con ella durante nueve años.