Alea jacta est. La suerte está echada. Más de 4.000 estudiantes cordobeses afrontaron ayer el primer asalto de la Pevau, la Selectividad, en una jornada intensa que concentró en seis horas tres pesos pesados: Lengua y Literatura, Idioma e Historia de España. El hielo se rompió media hora antes de lo habitual, a las 8 de la mañana, con una difícil elección. ¿Texto periodístico o novela? ¿Pepa Bueno y el machismo o Alberto Méndez y Los girasoles ciegos? La mayoría lo tuvo claro. «Casi todos hemos cogido a Alberto Méndez, lo teníamos fresco y era más fácil», aseguró Sofía, alumna del IES Séneca, que acudió a la prueba de ayer «por tenerla, porque en realidad no me hace falta para hacer el grado superior en el que me voy a matricular, pero ¿quién sabe en el futuro?». Las dudas sobre el camino a elegir sobrevuelan la gran mayoría de las cabezas del alumnado recién salido de 2º de Bachillerato, obligado a elegir su destino a marchas forzadas.

«¿Que qué quiero hacer? Uf, no tengo ni idea, he elegido Bachillerato de Sociales porque no estaba segura, no me gusta nada, pero llevo meses hincando codos porque igual me da un volunto dentro de poco», explicaba Isabel, alumna del IES Medina Azahara. El escepticismo sobre el futuro inmediato es generalizado aunque la mayoría coincide en que el primer examen y el segundo han sido más fáciles de lo que esperaban. «Vienes con mucho miedo, pero tampoco es para tanto». Mientras deciden qué quieren ser de mayores, ayer les tocó elegir también entre dos textos propuestos para el examen de Idioma y, poco después, entre la dictadura de Primo de Rivera o la Desamortización de Mendizábal. «El examen de historia es el que más me preocupa», lamentaba ayer Salud Suárez poco antes de entrar en el aula, «son seis temas por bloque, siglo XIX o siglo XX, del que te toca uno y te lo juegas todo a esa carta».

Al terminar el de Historia, toca volver a la vida por unas horas y con ello al shock por el concierto frustrado de Rosalía. «Han repartido las entradas de Rosalía en un día muy malo, no han contado con la Selectividad», se quejaban un grupo de alumnas de Bachillerato y fans de la cantante, «yo he mandado a mi prima a que se ponga en la cola, pero de momento sigue esperando». La única opción posible, hacer un alto en el camino para sumarse a la espera. Finalmente, una de las presentes sentencia: «Yo me voy a la Plaza de Toros, con los apuntes, seguro que si tengo entradas el examen sale mejor». Hoy, segundo asalto. Que nadie se duerma.