Las peñas son lugares de encuentro, de convivencia, de tomar unas copas y de disfrutar con actividades musicales. Y nada de eso se ha podido hacer durante los más de tres meses que ha durado el estado de alarma por la pandemia del covid-19. Las 150 peñas cordobesas se han perdido, como todos los demás, las romerías, las cruces y la Feria. «Económicamente las peñas están muy mal. Han estado cerradas tres meses y la mayoría tienen la sede alquilada y hay que pagar alquiler, luz y agua. Solo tienen como ingresos las cuatro copas que se toman los socios en la peña y van subsistiendo con esas copas y con echar un rato de camaradería, de cultura y de música. Se han quedado sin la Feria, que es muy fuerte, y sin cruces», resume el presidente de la Federación Provincial de Peñas de Córdoba, Alfonso Morales.

Pero, pese a esta situación, que --según Morales-- «es la misma que están sufriendo muchos cordobeses», se muestra optimista, porque «con la ayuda y el cariño de la federación, ayudaremos para que las peñas sigan funcionado y no decaigan, porque somos garantes de las tradiciones y las costumbres de esta tierra. Llevamos más de cien años y todas van a poder salir para adelante».

Para Alonso Morales hay que vivir de ilusiones y de esperanzas, junto con que «no paramos de trabajar. En un 97% van a seguir funcionando las peñas, no puede venir el coronavirus y cargarse cien años de historia y de historia cordobesa».

Recuerda, sin embargo, con cierta tristeza que este año las carrozas de las peñas no han salido, aunque sí se quedaron hechas. Al final, espera, «no saldremos como todos los años, pero saldremos adelante».

Cuenta para salir adelante con el patrocinio del Ayuntamiento de Córdoba para unas veladas en las barriadas periféricas este verano y bromea: «No quiero pasar a la historia como el presidente de la federación en la época que se acabaron las peñas.