La alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio; el rector de la Universidad de Córdoba, José Carlos Gómez Villamandos, y el presidente del Consejo del Movimiento Ciudadano (CMC), Juan Andrés de Gracia, se han reunido esta semana para acordar una postura común respecto a la próxima puesta en marcha del tren de cercanías entre Alcolea y Villarrubia.

El Ayuntamiento ha solicitado a Renfe una reunión para abordar cuestiones relativas a los horarios y los precios del billete, que piden que no sea calificado de media distancia (como el que actualmente llega a Rabanales), sino de cercanías, que es más económico y es el que opera en otras ciudades como Sevilla. La intención es que las tarifas se establezcan por tramos. Asimismo, es deseo de la Universidad de Córdoba que los nuevos horarios se coordinen con los que ya están fijados para el Campus de Rabanales y que se adaptan a los horarios de los estudiantes. El Ayuntamiento, la UCO y el CMC subrayan, además, la importancia de que se construyan las estaciones que quedan pendientes, fundamentalmente la de la avenida de la Igualdad-Chinales.

Por otro lado, fuentes de la Subdelegación del Gobierno informan de que los servicios del cercanías de Córdoba están previstos «a partir de cuando se firme el nuevo contrato entre Renfe y el Ministerio de Fomento», si bien estas fuentes no supieron precisar los plazos que se barajan para que eso se produzca.

En otro orden de cosas, el diputado del PSOE por Córdoba Antonio Hurtado criticó ayer la «dejadez» e «impuntualidad» del tren de cercanías al Campus Universitario de Rabanales, y pidió al Gobierno de Mariano Rajoy que «se mejore la calidad de este servicio público de forma inmediata». Según explicó el diputado socialista, los 38 trenes diarios, 19 por sentido, no siempre se ponen en marcha, sino que muchas veces, según Renfe, «por averías de la maquinaria o por bajas de personal», estos servicios se dejan de prestar.