Alimentos, medicamentos, productos de higiene, detergentes, aparatos eléctricos, flores, periódicos, libros, bebidas, tabaco, combustibles, electrodomésticos, material escolar, cuchillos, relojes o pinturas son algunos de los productos considerados por la Guardia Civil como «de primera necesidad» durante el estado de alarma por el coronavirus, esos que se puede ir a comprar sin temor a ser multados. Algunos de ellos como las flores, los relojes o las pinturas difícilmente se podrán adquirir físicamente en una tienda porque la mayoría están cerradas, pero sí a través de internet.

Las empresas de mensajería siguen trabajando estos días en su horario habitual y a un ritmo muy similar al que tenían antes de la crisis sanitaria aunque los productos que entregan no siempre son los que cabría imaginar en las circunstancias actuales. Según la teleoperadora de una de las grandes empresas del ramo, «recibimos pedidos de todo tipo, desde juguetes a licores, cepillos de dientes y ropa, mucha ropa y calzado». El confinamiento debe estar teniendo efecto en muchos compradores compulsivos que, obligados a pasar muchas horas en casa con escasa actividad, optan por rebuscar en los saldos online. «Supongo que las empresas estarán encantadas de que sigamos comprando por internet porque, al fin y al cabo, es negocio», opina un usuario que además de la compra de la semana, ya ha hecho pedidos de varias prendas de ropa para el verano. «No son de primera necesidad, pero están a buen precio y si el servicio de reparto existe es porque no hay problema», aclara convencido.

En el otro lado de la cadena, un empleado de una filial de mensajería de Correos confirma que este tipo de compras son muy habituales. «Ropa piden mucho, y también otras cosas como una botella de Larios, que entró el otro día, un banco entero de gimnasio, muchos productos de deporte, jamones, cajas de vino y hasta un paquete de kikos una vez». En su opinión, «no se entiende que alguien quiera exponer a una persona al contagio para que le lleven a casa productos que no sean de primera necesidad, aunque, lógicamente, los trabajadores estamos aquí para eso». En algún caso, bromea, «habrá quien compre unos pantalones ahora, que no le estarán bien cuando acabe el confinamiento».

Los riders también continúan su labor entregando todo tipo de productos (según la aplicación), pero sobre todo, comida a domicilio, otra opción de primera necesidad en este momento. Deliveroo, por ejemplo, ha puesto en marcha para quienes no tengan acceso a internet un teléfono para realizar los pedidos, además de la aplicación, y Glovo, que ha firmado una colaboración con Día para entregar las compras en casa, está colaborando con distintas organizaciones para la entrega de ayuda logística.