Las macetas están en flor. Color y verdor llenan ya los patios, a la espera de su máximo esplendor en mayo, pero la alegría que muestra la naturaleza en esta primavera no va acorde con la de sus cuidadores y habitantes, tristes y desanimados, ni con la de los cordobeses y miles de turistas que este año no podrán visitar estos recintos, que permanecerán cerrados por la crisis sanitaria del coronavirus que, además de la salud, nos está quitando nuestras fiestas populares. A punto de celebrar su centenario, el próximo año 2021, la Fiesta de los Patios se suspende este año por primera vez, al menos desde los últimos 60 años, y su esencia y su alma se quedarán de puertas para adentro, para disfrute solo de sus vecinos.

No habrá colas, ni cámaras de fotos, ni esas caras de sorpresa y exclamación de los casi un millón de visitantes que el año pasaron recorrieron las calles del casco histórico de la ciudad, en busca de los 50 patios que se presentaron al concurso.

Pero dentro, los patios lucirán en todo su esplendor porque, como dicen sus cuidadores, estaban ya casi preparados, «esto es un trabajo de todo el año, que empieza en octubre, cuando se va el calor».

Casi al final de la calle Agustín Moreno, eje vertebrador del barrio de Santiago, a la derecha, se abre un pequeño callejón que recibe el nombre de calle Tinte, donde en el número nueve se encuentra el patio de Ana Muñoz y su hermana, que comparte con su sobrina, casada y con dos hijos. Este patio, que data de 1680, de arquitectura antigua, ha ganado numerosos premios en el concurso, además del de Cordobeses del Año, en el año 2018. Ana Muñoz confiesa que «estamos mal, desanimados, por la ilusión que tenemos todos los años en este tiempo y que este año estemos así, va a ser el primer año, en 32 años, que no vamos a abrir nuestro patio». La única satisfacción de este confinamiento es que «por lo menos nosotros tenemos dos patios para poder salir, tomar el fresco y ver el sol».

En el patio de Martín de Roa 7, ganador del concurso en arquitectura antigua del certamen de patios del 2019, Juan Collado y su hija Rosa miman sus 650 macetas con esmero. «Lo tenemos todo preparado, no lo dejo de la mano, limpiamos con lejía, fumigamos, está bastante bien», dice Juan. En torno al patio viven tres familias, «que nos vemos todos los días, abres tu puerta y estás en el patio, con tus flores». Ahora es «cuando están las plantas bonitas, la azalea, los rosales, los geranios, las gardenias, la alegría de la casa...» Por eso, lo de llevar la fiesta a octubre «no es lo mismo, hay otro tipo de plantas, el verano lo deja todo machacado, pero habrá que adaptarse».

Rafael Barón, presidente de la asociación Claveles y Gitanillas y propietario del patio de Pastora 2, también reconoce que «los patios los tenemos preparados, llevamos cuidándolos todo el año, quitando las hojas secas y para el final, este mes, se deja la limpieza y una vez que terminen las lluvias, le damos repaso a las pinturas». Explica que el 16 de marzo se iba a reunir la comisión técnica para preparar la fiesta y el certamen y se suspendió. Al parecer, «hasta octubre no lo vamos a poder disfrutar, es muy triste, la gente está desanimada». Barón cuenta que para los propietarios y vecinos de los patios, el certamen es una alegría, «es poder abrir las puertas, el ambiente de los barrios, oír los piropos que nos dice la gente...» Y luego, el tema económico, porque «hemos hecho un gasto, un mantenimiento, pues desde octubre ya empiezas a plantar flores nuevas, a sacar esquejes para ir repoblando, y en las casas hay mucha gente humilde, que ese dinero que dan para el certamen es como una hucha que sirve para todos estos gastos». El presidente de Claveles y Gitanillas dice que, para animarse entre ellos, en su facebook cuelgan imágenes de sus patios en flor y escriben algo, «se ve que los tenemos cuidaditos».

Respecto al certamen en octubre, «buscaremos plantas con la floración en esa época, como crisantemos, azaleas, begonias.. y modificar los espacios para darle color al patio». Según Barón, «estoy seguro de que va a ser otra manera de verlos». Mientras, durante el confinamiento, «tenemos el privilegio de contar con un espacio abierto, donde salir y dar un paseíto, una vía de escape que nos tiene entretenidos, limpiando y cuidando las macetas».

Miguel Ángel Roldán, presidente de la Asociación Amigos de los Patios, también reconoce que los dos patios de la asociación, el de la Casa de las Campanas y el de San Basilio 44, están «espectaculares, los tenemos preparados para abrir la puerta». La pena, dice, es que «un trabajo de todo el año no podamos enseñarlo, nos gusta que la gente los vea, que disfrute».

Respecto a trasladar la fiesta al mes de octubre, Roldán señala que «no lo vemos mal, lo hemos hablado con el Ayuntamiento y es una forma de ayudar a la economía cordobesa». Surgen muchas propuestas, como por ejemplo, que en la semana de Feria, «que los patios están preciosos, se pudieran abrir solo para los cordobeses, sin bullas», si es que la situación hubiese mejorado. Y luego que en octubre se hiciera coincidir el certamen con la semana de Flora, y combinar los patios institucionales con el patio popular.

Otro patio muy visitado es el de Marroquíes. Son como siete calles a las que dan 13 viviendas con unos 20 vecinos. María Ángeles Arquero tiene allí su vivienda y su taller Alquimia del Patio, donde elabora jabones florales, que vende como recuerdo de la visita al patio. «El patio está incluso mejor que cualquier año porque ahora tenemos dedicación exclusiva para cuidarlo», dice, «la pena es que esta primavera la gente no lo pueda disfrutar». Sí se podrá ver on line, por youtube, en Las flores que te habitan.