«Siento una alegría muy grande, qué voy a sentir, este premio es para estar loca perdida y así estoy», asegura riendo Rosario Cantillo, Chari, como la llama todo el mundo, la cuidadora del patio de Parras 6, que ha recibido la Mención de Honor 2018, un galardón especial que valora los premios recibidos a lo largo de los años, la «idiosincrasia en la transmisión de valores considerados por la Unesco para declaración de patrimonio Inmaterial de la Humanidad», y el «elevado nivel de calidad continuado», según las bases del Concurso Municipal de Patios de Córdoba.

Este patio, en el que el poeta Pablo García Baena jugaba de niño y que siempre visitaba en el mes de mayo, está en un inmueble que tiene sus orígenes en el siglo XVI. Fue convento, cuartel, hospital y casa de vecinos, pero ahora es la vivienda donde Rosario Cantillo despliega una enorme variedad de plantas y flores. Chari no sabe cuántas hay en este patio, «ya he dejado de contarlas, porque además hay muchos arriates». Entre ellas destaca el enorme limonero «que tiene 130 años», afirma Chari, y ya le hemos cortado unas cuantas ramas porque cubría todo el patio». También es excepcional la esparraguera, de más de cinco metros de altura, y que este año se ha poblado de rosas. «Ni puestas a mano, tengo un rosal junto a la esparraguera y han salido las rosas entre ella, preciosas, aunque muchas se han estropeado con las lluvias», señala la cuidadora. Y las hortensias, que aún no han florecido, «pero no verás otras iguales en toda Córdoba», dice orgullosa.

Desde el año 2001 este patio ha estado en concurso ininterrumpidamente, pero su historia comienza mucho antes: «Lo empezó a poner mi tía en los años 50 (del pasado siglo) y yo lo abrí en 1969 y ya ganamos el primer premio, aunque dejé de abrirlo un tiempo y ya desde el 2001 todos los años» Chari reconoce que «las flores dan mucho trabajo, pero a mí me gustan mucho». Ella es la única cuidadora, aunque engancha a sus hijos cuando «tengo que colocar las macetas en alto». Chari disfruta de la conversación de las personas que pasan por su casa, aunque «ya con tantas visitas no puedo atenderlas a todas, pero yo tengo un genio así, que me gusta hablar y me lo paso bien». Según las cuentas de la controladora de este patio, cada día han pasado unas 2.500 personas «pero el viernes fueron 3.500 y hoy (ayer) lo superaremos».

Rosario Cantillo asegura que «en general la gente se porta bien en los patios, hay de todo pero la mayoría es muy amable. El otro día empezó a granizar y todos me ayudaron a meter dentro algunas macetas para que no se estropearan». Chari se despide dando las gracias «a todo el mundo que me ha visitado y les digo que, si puedo, el año que viene me tendrán aquí».

Y muy cerca, en Parras 5 está el primer premio de Arquitectura Moderna, una maravilla de jardín botánico en el reducido espacio de un patio. Pedro Montes y su esposa son los cuidadores y entre las más de 500 macetas están orgullosos de sus 59 variedades de geranios chinos. Pedro explica que «hemos hecho un catálogo y los tenemos numerados para sacar más plantas de los que tenemos menos macetas». En este recinto «hay mucha dedicación y cariño, nos gustan mucho las plantas a los dos», resalta, aunque admite que «son las señoritas de la casa y dan mucho trabajo». Un grupo de botánicos australianos que lo visitaron esta semana «nos felicitaban por la variedad y la combinación de colores que hacemos», y entre las anécdotas destaca que el viernes «vino un joven y me pidió hacer tai-chi en el patio un ratito, porque le había transmitido unas sensaciones especiales. Le dije que sí, y ahí estuvo». Y es que no hay casi nada que no haya pasado en algún patio de Córdoba.

Patio de Marroquíes 6, primer premio de arquitectura antigua, uno de los más visitados ayer. Foto: A.J. GONZÁLEZ