Satisfacción, llamadas al compromiso y apoyo (aunque reclamando más información sobre el proyecto) son las reacciones de la política y el comercio al plan del Grupo Lar para urbanizar y levantar un barrio de viviendas, equipamientos y comercios en el Cordel de Écija, todo ello sobre 140.000 metros cuadrados, con un puente peatonal y ambientalmente sostenible (habrá hasta huertos urbanos verticales) y una inversión de 500 millones de euros.

La iniciativa, que abarca desde el Puente de San Rafael al Puente de Andalucía, planteada muy discretamente en meses de reuniones y que Diario CÓRDOBA dio a conocer en su edición de ayer, ya ha entrado en el ámbito del debate público, contando en principio y con matices con un apoyo generalizado, tanto en el comercio como desde la política, desde el PP (que reconoce virtudes del plan) hasta Ganemos Córdoba.

LA ALCALDESA / Así, la alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio, consideró ayer que el proyecto «viene a cerrar una zona de la ciudad, la avenida de Cádiz, y su singularidad con respecto al barrio del Guadalquivir». Más aún, «es uno más de los proyectos con los que estaba comprometido este gobierno para potenciar y desarrollar iniciativas que vengan a mejorar las condiciones que tiene el distrito Sur». Por ahora, el plan «está en un momento de borrador, se seguirán dando pasos en los próximos días. Y no es el único, también hay para el distrito Sur proyectos que tienen que ver con equipamientos culturales y deportivos, con programas que mejoren las condiciones en materia de desarrollo económico». «Ésta es una iniciativa privada pero que está en sintonía con la planificación que tenía esta ciudad» para darle un impulso al distrito Sur.

PP, CS Y GANEMOS / Entre las reacciones a la difusión de la noticia (ya que todos los grupos municipales habían sido informados muy discretamente del proyecto) estuvo ayer la del el PP, que se propugnó como una fuerza capaz de llevar a buen puerto un plan de este tipo, según afirmaba José María Bellido, portavoz y candidato a la Alcaldía, aunque lamentando que «este proyecto pase del ámbito político al electoral», aludiendo a una posible intención por parte del actual gobierno municipal y mostrando su pesar porque la noticia se hubiera conocido.

En otro punto del espectro político, Ganemos Córdoba, a través del concejal Rafael Blázquez, también mostraba ayer su satisfacción con la idea, que consideró como mínimo «interesante en esta ciudad que necesita revitalizarse», y especialmente por el carácter sostenible del proyecto y su impacto en el distrito Sur. La ocasión, cree Blázquez, puede aprovecharse para «darle una pensada al PGOU y consensuar un urbanismo sotenible para toda la ciudad». Capítulo aparte, Blázquez insistía ayer en la necesidad «de hablar con todos los actores que se ven afectados por el proyecto» y conocer muy pormenorizadamente la iniciativa. «El diablo está en la letra menuda», ironizó el concejal.

Quizá el más contundente fue el grupo municipal de Ciudadanos, con David Dorado sentenciando que, «si vienen con la ley por delante... alfombra roja a cualquier inversor». También destacó la oportunidad de que el plan revitalice el distrito Sur o la creación de 4.000 puestos de trabajo estables para el pequeño y mediano comercio. «Este es un plan global para el barrio, la ciudad, el turismo, para la imagen de la ciudad, para descargar de la presión al Casco Histórico...» Sin embargo, «debemos tener más información». Dorado considera clave la opinión del comercio de cercanía y de autónomos y pymes, que suponen en la ciudad 40.000 empleos y, además, «sería necesario un consenso para que el plan se convierta en un proyecto de ciudad, porque su carácter a medio y largo plazo no puede quedar a merced de las ocurrencias de un gobierno municipal», afirma Dorado.

La única reacción oficial que faltó ayer, pese a intentar recabarla repetidamente este periódico, fue la del portavoz de IU, primer teniente de alcalde y presidente de la Gerencia Municipal de Urbanismo, Pedro García, que aún no ha hecho declaraciones sobre el proyecto.