El doctor Alberto Villarrubia lleva vinculado al hospital de La Arruzafa desde 1996, como coordinador de la unidad de segmento anterior, córnea y cirugía refractiva y coordinador de la unidad de trasplantes de este hospital. Villarrubia nació en Córdoba hace 56 años, estudio Medicina en la Universidad de Córdoba y se especializó en el hospital Virgen del Camino de Pamplona. Este año el hospital La Arruzafa ha cumplido el vigésimo aniversario del primer trasplante de córnea, consolidándose como tercer centro nacional que más injertos de este tejido ha realizado, solo detrás de dos de Barcelona.

-¿Por qué decidieron hace 20 años empezar a realizar trasplantes de córnea en el hospital?

-Porque queríamos hacer una oftalmología integral en el hospital La Arruzafa, que cubriera todas las subespecialidades. El trasplante de córnea era difícil de realizar en una clínica privada. Hubo trabas iniciales, pero como la ley lo permitía, reunimos toda la documentación, vinieron a auditarnos y nos autorizaron. Cuando comenzamos la Administración autonómica pedía que hiciéramos como mínimo 10 trasplantes al año. Al principio los íbamos contando y respirábamos cuando llegábamos a diez. Ahora podemos hacer diez trasplantes de córnea en dos semanas. Personalmente me siento muy orgulloso de esta línea de trabajo, porque realizar trasplantes, esa cantidad y en un centro privado no es fácil. Además, son trasplantes innovadores, porque justo en esta época es cuando ha surgido el boom de la cirugía lamelar (trasplantar solo una parte de la córnea). Nosotros hemos estado a la cabeza de esa evolución en España y, por eso, nos sentimos mucho más orgullosos si cabe.

-El año pasado el hospital batió su propio récord de trasplantes de córnea. ¿Qué causas están provocando ese incremento?

-Antes solo se trasplantaban casos extremos. Con el avance de las técnicas, sobre todo, de cirugía lamelar, logramos realizar trasplantes con un nivel de seguridad y con una rapidez de recuperación mucho más alta que hace años, al igual que se operan ahora más cataratas. El segundo motivo se debe a que el hospital La Arruzafa es referente en España en cirugía lamelar, sobre todo en la cirugía endotelial, y también del trasplante lamelar anterior. Somos referentes porque fuimos de los primeros en efectuar estas técnicas. Realicé mi primer trasplante lamelar en el 2002. Cuando iba a los congresos a enseñar lo que hacíamos, la mayoría de los asistentes pensaban que eso no llegaría a ningún sitio. Cuando las técnicas se fueron imponiendo, al convertirte en referencia, te llegan muchos pacientes de fuera de Córdoba. A pesar de que, hoy en día, este tipo de técnicas también se realizan en otros sitios, la experiencia es un grado y nos siguen llegando pacientes de otras provincias.

-¿Cómo se logra ser el primer hospital de Andalucía y el tercero de España en realizar más trasplantes de córnea?

-Se debe al esfuerzo humano y al trabajo en equipo. Realmente nadie pensó que pudiéramos llegar a esto. Hablamos de esfuerzos individuales y colectivos, de una progresión, y de contar siempre con el apoyo económico e institucional de toda la empresa. Contamos con equipos multidisciplinares. Hacemos trasplante lamelar, trasplante completo (de toda la córnea) y trasplante mezclado, con otras patologías. Porque en ocasiones en una cirugía, dependiendo del tipo de intervención, tienen que entrar otros especialistas, como cirujanos de vítreo y retina, glaucoma y de córnea. Somos un equipo que realiza una oftalmología integral.

¿Qué ventajas aporta al paciente el trasplante de córnea?

-Cualquier procedimiento en oftalmología persigue ver más, mejor, pasar de no ver a ver o intentar no perder visión. Con un trasplante, lo que se consigue normalmente es mejor visión o mejor cantidad de visión y mejor calidad. La córnea es una especie de cristal que tenemos en la parte de delante del ojo. Ese cristal debe ser transparente o bien debe tener una forma indicada. Cuando eso no ocurre, podríamos decir que es cuando está indicado cambiarlo. ¿Cuándo no es transparente? Hay muchos motivos, cuando existen traumatismos, cicatrices, enfermedades congénitas (distrofias), alteraciones producidas tras una cirugía (queratopatías), cuando están deformadas. Los tres grandes grupos son la distrofia endotelíal (enfermedad hereditaria); el queratocono (enfermedad por la que la córnea se deforma) y cuando existe un traumatismo por una cicatriz.

-¿Los trasplantes lamelares son menos invasivos?

-Sí y logran generalmente que la recuperación del paciente sea más rápida, que el resultado anatómico y funcional sea mejor. Eso no quiere decir que haya un 100% de éxito, porque son intervenciones complejas.

-¿Cuánto tarda de media la recuperación de este tipo de injerto?

-Depende del tipo de intervención y de las complicaciones que presenten. Hay pacientes que se recuperan en un mes, otros en seis meses y otros en un año.

-¿Qué paciente más habitual requiere de este trasplante?

-No se puede generalizar. El queratocono se da más en pacientes jóvenes y las alteraciones de córnea en afectados adultos.

-¿Han practicado injertos de este tejido a menores?

-Sí. Hemos operado a pacientes menores, pero hay casos en los que se intenta esperar a que el paciente tenga entre 18 y 20 años, porque la posibilidad de rechazo puede ser mayor en personas más jóvenes que mayores.

-¿En qué avance en esta materia están trabajando?

-Hemos desarrollado, tanto en el trasplante lamelar endotelial como en el trasplante lamelar anterior, nuestras propias técnicas para realizar los procedimientos con más efectividad. En los primeros años, llegamos a desarrollar maniobras quirúrgicas y diseñamos algún instrumental. En el Congreso Europeo de Córnea de hace dos años nos dieron el primer premio en una técnica que realizamos con láser de femtosegundo y que confiamos mucho en su evolución por los impresionantes resultados que aporta. Recientemente hemos recibido en París un reconocimiento por implantar lentes ICL tóricas (más de un millar). Y anteriormente, otros destacados premios.

-¿A cuántos pacientes han devuelto la visión, como fue el caso del niño Fernando que fue evacuado a Córdoba desde Guinea Ecuatorial en el 2017?

-Es imposible saberlo. Por el hospital La Arruzafa han pasado en veinticinco años más de 240.000 personas. En general lo que hacemos el mejorar la cantidad y calidad de visión de los pacientes.

-¿Está concienciada la sociedad española con la donación de tejidos como la córnea?

-Aunque hace falta concienciar, en España existe bastante generosidad. El problema de la falta de tejido corneal tiene que ver más con una voluntad política o económica. Desde nuestro punto de vista, habría que dotar a los hospitales de suficientes recursos para que el personal sanitario pueda estar pendiente de solicitar la donación de este tejido a familiares de pacientes que fallecen. Además, habría que montar una infraestructura para obtener miles de córneas en España. El hospital La Arruzafa está preparado tecnológicamente y autorizado para que así sea, pero existen pocos centros de dónde extraer córneas.

-¿Desarrolla su hospital alguna línea de investigación para lograr la fabricación de tejido corneal artificial?

-Participamos en varios ensayos clínicos de córneas artificiales, cuyos resultados están en desarrollo. También estamos inmersos en otros proyectos ahora mismo, que no se pueden desvelar dada la magnitud del trabajo que suponen. Llevamos a cabo varias líneas de investigación en nuestro departamento de I+D+i y colaboramos con otros centros de similares características.