-Fue diputado por vez primera en 1982. ¿Qué ha cambiado desde entonces en España?

-Muchas cosas. España no es lo que era en el 82. Es un país más libre, moderno, democrático y ha avanzado desde un punto de vista económico y social de una forma impresionante. Solo hay una cosa que echo en falta: la calidad del debate político. No me gusta el insulto, ni la falta de respeto y creatividad. Espero que vuelvan.

-¿Y en el PSOE?

-Le ha pasado lo mismo, ha evolucionado como la sociedad. El lema de esta campaña es La España que quieras, que es una identificación de los ciudadanos con lo que significa el PSOE: un partido de izquierdas, moderado, de sentido común y contrario a todo extremismo. En eso encuentro un puente con la campaña del 82, que entonces fue Por el cambio. Tenemos el mismo objetivo, una sociedad inclusiva, de diálogo, libertad y respeto, un modelo al que aspira la mayoría de la sociedad. Dicho lo cual, el trumpismo ha llegado a España y ha hecho mucho daño.

-¿Se refiere a Vox? ¿Teme su irrupción en el Congreso?

-No temo a nadie. Las instituciones y el sistema político en España son muy fuertes. Pero el trumpismo es más que Vox, es el magma donde PP, Vox y Cs compiten para ver quién está más a la derecha. Algunas propuestas me parecen fuera de lo que es este país. España no va a ir hacia atrás. De eso no solo el PSOE se va a encargar, sino los ciudadanos en las próximas elecciones. Debemos ir hacia adelante, en el sentido de una mayor integración europea, mayor avance social y lograr una sociedad más justa y humana.

-Vox ha irrumpido con fuerza en el Parlamento andaluz, ¿no teme que pase lo mismo en Madrid?

-Pero no va a condicionar el discurso político del PSOE. El problema lo tienen las derechas, en competencia de quién se sitúa más en el extremo. Pero una fuerza moderada como el PSOE no tiene ese problema. Nuestros votantes son trabajadores y clase media, con opiniones para todos los gustos, pero en ningún caso tomaremos de referencia a un partido extremista. La mejor forma de parar al extremismo es con moderación y determinación.

-Cs ya ha dicho que no quiere pactar con ustedes...

-Hasta el 28 de abril queremos pactar con los ciudadanos por La España que quieres. Mi objetivo como cabeza de lista del PSOE por Córdoba es lograr el apoyo de cuantos más cordobeses mejor. Todas las hipótesis quedan para el día de después, no es un tema de actualidad. No voy a entrar.

-Bueno, algunos de sus compañero sí han entrado. Ábalos ha dicho que preferiría pactar con Cs que con los independentistas.

-Evidentemente, si no se logra la mayoría absoluta habrá que hablar para formar un gobierno. Eso ocurre en todos los países europeos. ¿Por qué no en España?

-En el mitin del fin de semana se emocionó cuando recordó la llamada de Pedro Sánchez.

-Me emocioné porque soy un socialista de convicción. Para mí supone un gran honor y responsabilidad que el PSOE me haya encargado comandar esta lista. Es una implicación personal como lo fue hace unos meses cuando me llamó para pedirme que me encargara de la cartera de Agricultura. Tenía otros planes, pero servir a España es siempre un honor.

-Cómo resumiría esta legislatura recién concluida.

-Ha sido breve e intensa, y se ha recuperado la dignidad democrática del funcionamiento de las instituciones. El PP y Rajoy no quisieron asumir la sentencia del Tribunal Supremo, que condenaba al PP por corrupción sistemática. Algo muy grave que ocurría por primera vez en 40 años. Hemos tratado de afrontar el problema tremendo de Cataluña. Con Rajoy hubo dos referéndums ilegales y una declaración de independencia. Hemos intentado iniciar un diálogo, pero no ha sido posible. En lo económico hemos asumido los retos de España en la UE, nuestra economía está creciendo y creando empleo. En el ámbito social, hemos recuperado la plenitud de la cobertura sanitaria, de las becas y hemos subido el salario mínimo a 900 euros.

-¿En el PSOE cordobés han vuelto las aguas a su cauce tras el lío de las listas o es solo un armisticio hasta el 29 de abril?

-Las listas han sido aprobadas y ahora estamos con un único objetivo de ganar las elecciones. Así de simple.

-¿Ferraz se ha impuesto a lo que quería la militancia, como dice el susanismo?

-Creo que se han aprobado las listas del PSOE, como ha ocurrido tantas veces. Soy militante desde hace 37 años y en todo proceso de confección de listas hay siempre tensión. Afortunadamente, creo que tenemos más buenos candidatos que puestos disponibles. Para imposición en las listas, la que estamos viendo en el PP. Para primarias, la que votan 55 ciudadanos a las 5 de la mañana desde la misma ip. Sinceramente, el nuestro ha sido un proceso normal. Lo que me preocupa es que la ciudadanía comprenda que la opción del PSOE es la mejor.

-¿Se enfrentó personalmente a Susana Díaz en 2013, entiende que vuelve a hacerlo ahora?

-Pasado es pasado, presente es presente y futuro es futuro. Vivo en el presente mirando el futuro.

-No me va a contestar ninguna pregunta de este tipo, ya veo. ¿Qué validez le da al planteamiento de que el PSOE-A termine siendo una especie de PSC?

-Me parece una elucubración calenturienta. No tiene ni pies ni cabeza.

-Si gana el PSOE de forma clara, ¿qué pasaría en el PSOE-A? Hay quien asegura que habrá gestora en Andalucía.

-No, vamos a ver, estamos en un proceso electoral. Toda energía y esfuerzos están dedicados a que lo que el PSOE pretende hacer llegue al mayor número de ciudadanos, y que estos nos trasladen sus preocupaciones y demandas.

-¿Le gusta la lista que ha hecho Ambrosio para las municipales?

-Yo soy candidato a las generales, pero creo que es una buena lista, que nos permitirá ganar las municipales en Córdoba. Ahora, el objetivo es el 28 de abril.

-Bueno, pues vamos a hablar de la candidatura al Congreso.

-Es una muy buena candidatura, me siento muy a gusto en ella.

-¿Cree que hay equilibrio entre lo que propuso la militancia, la dirección provincial y Ferraz?

-Hay una variedad de candidatos, me siento muy a gusto con ellos.

-¿Qué resultado vaticina?

-Muchos votos para el PSOE.

-¿Cómo para poder gobernar?

-Muchos votos para intentar gobernar de forma clara, pero no está hecho. El único voto real es la papeleta que entra en la urna. El resto son aproximaciones. Todo el que quiera que gobierne el PSOE tiene que darle su voto.

-El PP reclama ya el voto de concentración en la derecha. ¿Van a mirar también a su izquierda?

-Lo que haga la competencia por la derecha es su problema. Nosotros hemos demostrado con 84 escaños que podíamos ser eficaces. Imagínense lo que podríamos hacer con más escaños.

-Empecé preguntándole por los cambios en España desde el 82, y terminaré preguntándole en qué ha cambiado usted.

-Soy una persona más experimentada, pero con las mismas convicciones y la frescura humana, intelectual y política. Estas elecciones me hacen mucha ilusión porque tienen un objetivo noble, que es seguir configurando un gobierno europeísta, modernizador, feminista y que luche por la justicia social.