La Boutipan La Primera abrió sus puertas por primera vez en 1983 y fue un proyecto empresarial de Juan Manuel Ocaña padre, que quiso abrir una panadería artesana en uno de los barrios de nueva creación de la ciudad en su parte norte. Ocaña compró una antigua vivienda, la remodeló para darle aires nuevos y para ello eligió una estética modernista, su particular homenaje a Gaudí.

Hoy, al frente de la Boutipan está su hijo, Juan Manuel como él, que mantiene la filosofía de elaborar dulces y panes artesanos a la manera tradicional «y con una buena materia prima», sin los aditivos y sustancias químicas con los que se realizan los panes industriales. Y sus creaciones, más de 20 variedades de pan, salen de las manos del maestro panadero Manuel Rodríguez, que lleva más de 30 años en las cocinas y hornos de la Boutipan. Ahora, Ocaña tiene en marcha un nuevo plan de expansión y distribución para que sus productos lleguen a más mesas.