Un año después de que los vecinos presentaran su plan integral para la transformación social de Las Palmeras a las administraciones, ya se han dado los primeros pasos para desarrollarlo, aunque todavía no se ha plasmado en resultados. Representantes de la asociación Unión y Esperanza (que ha liderado este proyecto, en el que han participado otros colectivos) prevén que una de las primeras actuaciones será el impulso de un parque infantil y jardines en las proximidades del Patio Vicente Sereno y otra, la creación de un parque periurbano justo al otro lado de la carretera.

El vicepresidente de Unión y Esperanza, Antonio Fernández, y el vocal de asuntos sociales de esta entidad, Eugenio Rosa, apuntan que el objetivo de la zona infantil es que las familias tengan un lugar de esparcimiento en un barrio que, según indican, «es todo tierra y hormigón». En la actualidad, existen algunos columpios en ese lugar, pero son muy escasos. Su propuesta, que ya ha sido trasladada al Ayuntamiento, pasa por que sean los propios niños y jóvenes quienes se impliquen en la creación del parque y en su mantenimiento.

Por otro lado, señalan que el parque periurbano ha recibido el visto bueno del subdelegado del Gobierno en Córdoba, Juan José Primo Jurado, y están a la espera de reunirse con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para plantearle la iniciativa, dada la existencia de un arroyo. Con esta intervención, pretenden que se adecente un terreno que se utiliza como vertedero y donde «las ratas son legión» pese a la «buena colaboración» con Sadeco, señala Rosa. Otra de las ventajas sería la posibilidad de trasladar allí barbacoas y candelas, sacándolas de las zonas comunes.

los avances/ En cuanto al balance que realizan del primer año de actividad, el vicepresidente de Unión y Esperanza afirma que «estamos satisfechos con los compromisos, pero contentos se estará cuando haya hechos concretos». En esta línea, explica que ya se han establecido tres mesas de trabajo para desarrollar el plan integral, que son política, técnica y vecinal (hay representantes ciudadanos en las tres) aunque se encuentran preocupados porque están observando cierto estancamiento. De este modo, pese a que se había fijado una segunda reunión de la mesa técnica para el pasado mes de julio, a día de hoy aún no se ha celebrado. En ese segundo encuentro esperan estudiar los proyectos que se incluirán en los presupuestos de la Junta de Andalucía para el año 2018, unas cuentas que están «a punto de cerrarse» sin incluir fondos para el plan integral, comentan en el colectivo.

Francisco Povedano, responsable de relaciones institucionales de Unión y Esperanza, subraya que «a todas las instituciones les ha gustado mucho el proyecto, pero no hay compromisos concretos de aportación de recursos». No obstante, sí destaca la postura de la Universidad Loyola Andalucía, que formará a las personas del barrio encargadas de realizar una encuesta para elaborar una radiografía de la situación de las familias.

Dentro del plan integral, Unión y Esperanza apunta al proyecto educativo como el más importante. Este ha sido solicitado a la Universidad de Córdoba y la idea es que responda a la situación del barrio. A su juicio, este plan no podría ser genérico, sino que debería tener en cuenta la existencia de distintas etnias entre los residentes y así contribuir a normalizar la convivencia. Entre estas, Antonio Fernández comenta que están la gitana, la quinquillera (procedente de gitano y personas de otras etnias mezcladas), árabes, castellanos y mestizos (de la unión de gitanos y castellanos).

En otro orden de cosas, la asociación de vecinos critica que la rehabilitación que realiza la Junta en el Patio Vicente Sereno está dejando fuera los pisos con derecho a compra, por lo que una vez que termine se podrá ver el contraste entre las viviendas que han sido mejoradas y las que no, pese a que en todos los casos los moradores abonan un alquiler.