El Palacio de Congresos de la calle Torrijos se encuentra casi listo. Las obras, que lleva a cabo la empresa pública Tragsa por encargo de la Junta, se acercan a su fin y, si no hay contratiempos o sorpresas de última hora, estarán concluidas en junio. No obstante, no será hasta octubre cuando el edificio recupere la actividad congresual que tuvo hasta el 2015, momento en el que cerró sus puertas y en el que la Junta decidió resolver los contratos con la adjudicataria de la obra del salón de actos y con la concesionaria de la gestión, alegando incumplimiento de los mismos por parte de ambas.

Salón de actos

Fuentes de la Delegación de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo confirman que «las obras del Palacio de Congresos están en la última fase, centrada en revestimientos y acabado». Los trabajos que se llevan a cabo se concentran en tres zonas diferentes. Por un lado, está el salón plenario o de actos, que, según las mismas fuentes, «está bastante avanzado en revestimiento e iluminación» y que está a falta de «la instalación de butacas porque gran parte del andamiaje ya está quitado». En este espacio, «el techo de lamas de compleja colocación ya está terminado prácticamente junto con toda la estructura metálica que conlleva». Además, «se está preparando el revestimiento de madera del suelo, la colocación de las butacas y la carpintería de puertas y ventanas».

Resto del edificio

En cuanto al resto de las estancias rehabilitadas en la primera fase de las obras, también se están culminando los revestimientos de techos, paredes y suelos y falta la pintura y rematar las zonas de paso. Las dos salas principales ya están terminadas y queda la instalación de la carpintería metálica y de madera, que, según las mismas fuentes, empezará «en breve». En ejecución se encuentran también los ascensores previstos.

Adarve y muralla

En cuanto al tercer ámbito en el que están las obras, el adarve, se están terminando los revestimientos verticales. Además, en la pared exterior del salón de actos «se está colocando tanto mortero como mármol» y falta poner «el suelo en toda esta zona», según explica la Delegación de Economía de la Junta.

Una de las actuaciones más delicadas ha sido la de la muralla califal, que ya está terminada. La Junta está convencida de que la muralla «aporta un gran valor a todo el complejo del Palacio de Congresos». La Delegación de Economía explica que «parte esencial del adarve es la restauración del tramo de muralla califal que conecta el Palacio de Congresos y el solar de la Biblioteca Provincial». Añade que «este extraordinario elemento patrimonial ha sido fundamental para la ejecución de las obras y para la funcionalidad del Palacio de Congresos y de la Filmoteca de Andalucía». Según indica, «esta intervención ha recuperado la conexión entre la calle Torrijos y el Campo Santo de los Mártires con el camino del adarve junto a la muralla norte del Alcázar califal». De esta forma, será posible el tránsito interior entre el adarve y la muralla.

Promoción

El consejero de Turismo y Deporte, Francisco Javier Fernández, estuvo la semana pasada promocionando en Madrid el Palacio de Congresos, ya que en otoño estará operativo. Aún falta la delegación de competencias que debe hacer la Consejería de Empleo, Empresa y Comercio en la Delegación territorial de Economía para poder sacar a concurso la gestión del edificio, tarea que debería estar para cuando el Palacio de Congresos abra sus puertas.

Transformación

El Palacio de Congresos abrirá sus puertas con 915 butacas (759 del salón plenario, 14 de la sala Luis de Góngora, 12 de la de Hernán Ruiz y 130 de la Pablo Céspedes) y con espacio para actividades en el Patio Azul y en la zona del adarve. Después, cuando se acometa la segunda fase de la obra, que debería empezar cuando culmine la primera (al menos eso fue lo anunciado en la visita realizada en febrero), el edificio tendrá un aforo total de 1.531 butacas (antes eran 1.241).

La segunda fase de la intervención se centrará en el Patio Mudéjar y su entorno, en las salas Ramírez de Arellano, Juan Bernier, Beatriz Enríquez, Julio Romero de Torres y Ambrosio de Morales, y en el Patio Italiano. En total, entre las obras iniciadas en el 2013, que quedaron paradas en el 2015, y las actuales, la Junta habrá invertido 5,3 millones en la primera fase. Los planes de la Junta son destinar a la segunda fase, que durará año y medio, 4 millones de euros más. Entre una y otra el histórico edificio se habrá adaptado a los nuevos tiempos y tendrá capacidad para acoger el 95% de los congresos que vengan a Córdoba.