Padres de alumnos y sindicatos de enseñanza denuncian la falta de especialistas y monitores para atender a los 11.616 alumnos que presentan Necesidades Específicas de Apoyo Educativo (NEAE) y que están escolarizados en distintos centros de la provincia, de forma que se pueda realizar una educación inclusiva real. Desde hace varios cursos, continuamente aparecen quejas de familias que no ven atendidos a sus hijos de manera adecuada, con maestros que deben desplazarse por horas a distintos centros y monitores que no dan abasto para atender a un número creciente de alumnos con necesidades de apoyo educativo, que aumentan a un ritmo doblemente superior al de los recursos.

Si en el 2017 había matriculados 10.911 alumnos de NEAE, este curso son 11.616, es decir, 705 más en dos cursos, mientras que el número de profesores especialistas en Pedagogía Terapéutica y Audición y Lenguaje solo han aumentado en 13. Los alumnos de NEAE son tanto los que tienen necesidades educativas especiales derivadas de discapacidad o trastornos graves de conducta, como el alumnado con altas capacidades intelectuales, el que se incorpora de forma tardía al sistema educativo español, el que tiene dificultades específicas de aprendizaje o aquel con condiciones personales complejas, así como el alumnado de compensación de desigualdades sociales.

LOS SINDICATOS/ Desde el sindicato CSIF, la responsable de enseñanza, Elena García, asegura que serían necesarios al menos entre 70 a 100 profesionales más de Pedagogía Terapéutica y Audición y Lenguaje para «una adecuada atención a la diversidad». En su opinión, los 440 especialistas de Pedagogía Terapéutica que, según la Delegación de Educación, atienden a alumnos de necesidades educativas especiales «son absolutamente insuficientes, pues hay un porcentaje muy alto de centros que no tienen los dos maestros de TP y en CSIF consideramos una demanda vital para una adecuada atención a la diversidad el hecho de que existan dos especialistas de TP y uno de Audición y Lenguaje por centro, en los que tengan dos o más líneas». Elena García entiende, igualmente, que hay situaciones «que crean bastante estrés a los maestros, sobre todo los que tienen que compartir centros». De hecho, asegura, «hemos detectado numerosos casos, incluso en noviembre, que han sido modificados los centros en los que venían prestando sus servicios y eso supone una falta de respeto a los maestros que ya tenían un plan de trabajo establecido y una falta de consideración hacia ese alumnado que tenía una línea de trabajo marcada con unos determinados maestros y que, como peones de ajedrez, están siendo quitados y puestos en unos centros u otros».

Lo mismo piensa Aurora Ramírez, responsable de enseñanza de FeSP-UGT, para quien «si a la Administración se le llena la boca hablando de calidad e inclusión, para que sea real se necesitan más recursos». En su opinión, más del doble de los que hay actualmente, es decir, que haya mínimo dos profesores de PT en cada centro, uno de AL y un orientador por cada dos o tres centros, ya que estos últimos profesionales, «que son imprescindibles», atienden a 7 u 8 centros «y no pueden hacer un diagnóstico y un tratamiento en condiciones».

Desde CCOO, Eva Rodríguez coincide en la necesidad de más logopedas, monitores y orientadores porque «muchos comparten varios centros, sobre todo en los pueblos, y es imposible atender bien a los niños». Pone como ejemplo la queja recibida en un colegio de La Rambla con un aula específica de 7 niños a la que va un logopeda dos días en semana «y debía estar a tiempo completo». U orientadores que van a varios colegios de Primaria y «solo pueden apagar fuegos, no da tiempo a otra cosa».

ASOCIACIÓN AUTISMO/ El presidente de la asociación Autismo Córdoba, Miguel Ángel López, señala que las asociaciones «estamos paliando el déficit de personal con nuestros voluntarios, con lo que la Administración se ahorra los sueldos». Explica López que ellos forman a psicólogos o maestros que, merced a un convenio con la Junta, van a los colegios en apoyo de los niños. El curso pasado fueron de 35 a 40 los voluntarios en colegios de la capital. «Que no nos vendan la moto de la educación inclusiva», afirma, pues «hay colegios que, gracias al trabajo de los docentes y profesionales, que se dejan la sangre con los niños cada día, no pasa la mitad de las cosas que podían pasar». Para el presidente de la asociación de Autismo, «un niño con TEA que aprovecha el tiempo en el colegio va a tener un futuro próspero y el que no, está condenado a ser carne de residencia». Pone el ejemplo de su hija, escolarizada en el CEIP concepción Arenal, con un 14% de niños con NEE, que han aumentado un 200% en los últimos años, con recursos que no crecen al mismo tiempo. Sin embargo, «ha sido muy bien atendida y su diagnóstico ha cambiado del negro al blanco».

AULAS ESPECÍFICAS/ Según los datos de la Delegación de Educación, este curso se han creado dos nuevas aulas específicas de autismo (TEA) en el CEIP Virgen del Valle, de Lucena, y en el CEIP Salvador Vinuesa, de Córdoba; dos aulas específica de Educación especial en el CEIP Urbano Palma, de Santaella, y el CEIP Alcalde Pedro Barbudo y un aula específica en el IES Villarrubia. Estas aulas están tutorizadas por profesionales. Para altas capacidades intelectuales solo existe un equipo con un orientador y un profesor especializado que atiende todas las demandas recibidas.