El informe PISA cayó ayer como un jarro de agua fría en la comunidad educativa, generando respuestas de todo tipo. La Federación de Asociaciones de Padres de la Concertada en Córdoba cree que el informe «es un indicativo de que algo falla». Por ello, llama a la Consejería de Educación a analizar las causas en profundidad «porque no podemos estar siempre a la cola en algo tan importante como la educación». Según María Luisa Lucena, presidenta de Fapa Concertada, para avanzar «hay que sacar de una vez la política de la educación y evitar los bandazos legislativos que dan desde hace años y propiciar un pacto educativo que marque las prioridades claramente de cara al futuro. En este sentido, considera que «toda la comunidad educativa, incluidos los padres, debemos remar juntos» y centrar los esfuerzos en «mejorar las habilidades lectoras reforzando el hábito lector».

Por su parte, el sindicato UGT cuestionó ayer los datos reflejados en el Informe PISA, al considerar que «no refleja ninguna mejoría y sitúa a España a la cola, pese a estar en la media de los países desarrollados».

Según Aurora Bueno, responsable de Enseñanza de Fesp-UGT Córdoba, «los resultados no valoran los problemas reales de la educación, ya que solo se evalúan competencias académicas y no mide otras competencias ligadas a nuevos modelos de aprendizaje relacionados con habilidades sociales, artísticas, convivencia o conciencia climática, que son aspectos básicos para formar al alumnado ante los retos de futuro».

Para el secretario general de la Federación de Enseñanza de CCOO Andalucía, Diego Molina, los resultados de la evaluación PISA demuestran «los efectos nocivos de la Lomce, una ley orgánica que se implantó a espaldas de la comunidad educativa, una ley innecesaria y técnicamente tan mal resuelta». Así, reclama a la Junta que aproveche el descenso de la natalidad como una oportunidad y aumente la inversión en educación para mejorar la situación tras años de recortes.